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En ese marco que conduce a la transición energética, la cogeneración -como sistema más eficiente de aprovechamiento del combustible, como producción distribuida con garantía de potencia y como herramienta de descarbonización industrial-, estará presente y realizará su labor.

La primera buena noticia en la transición energética es que los requerimientos y escenarios están ya identificados y lo está también el importante papel de la industria en ellos. Bienvenido sea el informe del Comité de Expertos, un trabajo excelente por el que todos debemos felicitarnos y que debe ser referencia obligada en la elaboración del futuro Plan de acción de energía y clima.

Fijar objetivos, metas y contribuciones de nuestro país, requiere también convergencia con la marcha del ciclo económico, algo que deberá gestionarse adecuadamente para minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades. Los escenarios planteados advierten de la dificultad para descarbonizar los consumos energéticos de la industria, algo que, para 2030, implica seguir potenciando la eficiencia energética y concretamente las aportaciones de la cogeneración al sistema, y que pasa por introducir nuevas tecnologías conforme la madurez y el esfuerzo inversor lo aconsejen.

El cierre del parque nuclear existente -uno de estos escenarios- supondría un incremento anual de coste de entre 2.000 y 3.200 millones de euros y las emisiones de CO2 se incrementarían en unos 15 millones de toneladas. La cogeneración, que hoy actúa como la energía térmica de base más eficiente y menos emisora de CO2, supondría un incremento anual de coste de 1.400 millones de euros y las emisiones de CO2 se incrementarían en 8 millones de toneladas de CO2.

Pese a todo, la dificultad de alcanzar el nivel objetivo de 53,32 millones de toneladas de CO2 en 2030  confirma que hoy no debemos prescindir de ninguna tecnología que pueda contribuir positivamente a la descarbonización de la economía, y la cogeneración es una de ellas.

Reformar los peajes: piedra angular del nuevo sistema

En cuanto a señales de precios, la piedra angular para conseguir una transición energética exitosa está en rediseñar eficientemente los peajes de acceso. Un buen diseño puede promover la modernización del sistema eléctrico y gasista y contribuir muy significativamente a alcanzar los objetivos. La clave está en que para hacer una transición energética tan relevante como la planteada, no podemos basarnos en el sistema de mercado y peajes de acceso diseñado hace 30 años como reflejo de un sistema oligopólico y centralizado en producción y consumo. Por tanto, es evidente que habrá que cambiar el modelo de negocio para dar cabida a conceptos modernos que nos impulsen hacia el futuro deseado: visualización de la eficiencia energética, señales de precio que incentiven la inversión en eficiencia, señales de precio que reflejen dónde se ha producido y consumido la energía, señales de precio para la garantía de potencia y para el grado de descarbonización de cada tecnología y combustible.

En España, actualmente, los precios de los peajes de red son “postales”, algo que no tiene sentido cuando los sistemas de medida y control permiten saber dónde se genera la electricidad y dónde se consume la energía.

El informe de los expertos plantea mecanismos de compensación para las industrias más expuestas a competencia internacional, lo que sin duda es loable, pero nada mejor que hacer de nuestra industria la piedra angular sobre la que contrastar el diseño competente del propio sistema. Está meridianamente claro que mientras no se aborde un cambio real del modelo energético que situé a la industria -con todos los consumidores- y a sus aportaciones -en su forma de consumo y en sus sistemas de autoproducción y generación- en el centro del sistema, estaremos llamando compensaciones a las carencias en los funcionamientos sistémicos para reconocer los costes y beneficios reales y promover con ello la toma de decisiones de inversión necesarias para hacer una transición energética real y bien estructurada.

Seguir sirviendo a la industria y al sistema más allá de la vida útil

Ante el vencimiento de la vida útil regulatoria de muchas plantas de cogeneración, es previsible su renovación incorporando las tecnologías disponibles más eficientes que permitan además mayor flexibilidad. Por ello, el comité de expertos visualiza 8.500MW de cogeneración en todos los escenarios, que suponen un incremento de 2.000MW de capacidad.

La cuenta de la cogeneración sale a cuenta

Hagamos cuentas. O mejor, hagamos bien las cuentas. Evaluar los costes y beneficios de una tecnología en nuestro actual modelo requiere hacer bien las cuentas, un ejercicio que ACOGEN ha hecho público y que citan los expertos. Así, la cogeneración ahorra en la balanza de importaciones de energía  hasta 660 millones al año, contando con la reducción asociada de emisiones de CO2.

Además, la cogeneración evita 400 millones de euros en peajes de acceso, ahorrando pérdidas de energía y costes de transporte y distribución.

Sigamos con la cuenta. La cogeneración abarata entre 5,5-8 euros por MWh el pool eléctrico beneficiando a todos los consumidores en más de 1.400 millones de euros al año. Adicionalmente, aporta cerca de 400 millones de euros al sistema sólo de impuestos energéticos. Como ven, suma a suma, los resultados de nuestra cuenta evidencian el por qué la cogeneración está presente en todo el mundo y en España. Es porque la cogeneración sale a cuenta.

El gran reto: cambiar de modelo

El gran reto de la transición energética es que nuestro modelo energético no requiera hacer estas cuentas, ni ningún tipo de cuentas similares, porque factores como el ahorro, las menores emisiones, el uso proporcional de las redes o la garantía de potencia se adapten para incorporarse a sistemas más eficientes y distribuidos, sin llamar “primas” o “compensaciones” a los beneficios que se aportan.

El sistema debe evolucionar. Lo que difícilmente se podrán cambiar serán las posiciones de dominio de algunas empresas. Para todo lo demás, aprovechemos el conocimiento y los sistemas actuales de medida y control y aprovechemos todas las tecnologías para visualizar la realidad como es y no como la imaginamos hace 30 años.

Felicito al Comité de Expertos por el buen trabajo realizado, porque su informe señala de verdad el proceso hacia un nuevo marco de transición energética. Y también quiero reconocer a los operadores de electricidad y gas por haber incorporado en los últimos años una visualización de la demanda industrial de energía y de las aportaciones de la cogeneración, ya que sin ello el Comité de Expertos no podría haber realizado este brillante análisis que servirá sin duda para mejorar nuestro futuro.

Virginia Guinda es directora Técnica de Acogen, la Asociación Española de Cogeneración.

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