La Superintendencia de Servicios Públicos de Colombia ordenó hoy la liquidación de la distribuidora y comercializadora Electricaribe, controlada por el grupo español Gas Natural Fenosa, que fue intervenida por el gobierno colombiano el pasado 15 de noviembre.
"Las conclusiones de los estudios de la Superintendencia permiten afirmar que la compañía no está en condiciones de prestar un servicio de energía con la calidad y la continuidad debidas, y de ahí que sea necesario ordenar la liquidación de Electricaribe", aseguró Mendoza durante una rueda de prensa convocada para realizar el anuncio.
El superintendente aseguró que la filial se venderá a un nuevo operador capaz de asumir las nuevas inversiones y que Gas Natural Fenosa solo obtendrá ingresos con la operación una vez se hayan completado los pagos a los distintos acreedores conforme al orden de prelación establecido por ley.
"Si tras pagar a la masa acreedora quedaran recursos adicionales, se entregaría a los accionistas actuales, a Gas Natural Fenosa", afirmó el presidente del organismo, antes de destacar que la operación "no costará un solo peso a los colombianos".
Al ser preguntado acerca de la posibilidad de que la compañía española acuda a los tribunales internacionales para denunciar la medida, Mendoza aseguró que "todas las decisiones son susceptibles de ser demandadas, pero la amenaza de una demanda nacional o internacionales no puede hacer que esta Superintendencia se abstenga de adherirse a los estándares legales cuanto se trata de una empresa en quiebra".
Mendoza también aseguró que el proceso de liquidación comenzará "inmediatamente", será "absolutamente público" y tendrá una duración cercana a un año. El objetivo será "encontrar un operador que asuma la prestación del servicio de energía en la costa caribeña" y que asuma las inversiones necesarias para acabar con el "avanzado deterioro" de las redes en la zona.
Para acometer el proceso, las autoridades colombianas habilitarán un "cuarto de datos" y un proceso de 'due diligence', de cara a la celebración de una subasta "pública y competitiva" para escoger al nuevo operador. Mientras tanto, Electricaribe seguirá siendo administrada por un agente especial de la Superintendencia.
Las autoridades intentarán vender la filial "al mayor precio, para beneficio de los usuarios y de los acreedores internos y externos" de la empresa, aseguró Mendoza, quien negó "intereses políticos u ocultos" en el proceso, que responde a motivaciones "absolutamente técnicas".
UN PASIVO DE 750 MILLONES
El superintendente aseguró durante la rueda de prensa que Electricaribe tiene un pasivo total de 2,4 billones de pesos colombianos (750 millones de euros), de los que 1,8 billones (565 millones de euros) corresponden a entidades financieras.
Además, el plan de inversiones que debe afrontar el nuevo operador, y que se convertirá en el "eje central del proceso de selección", asciende a 240.000 millones de pesos (75 millones de euros) anuales.
Electricaribe, participada en un 85,38% por Gas Natural Fenosa, fue intervenida por el Gobierno colombiano el pasado 14 de noviembre, situación que se amplió por dos meses en enero, hasta el 11 de marzo.
La compañía española ha decidido dejar de consolidar desde el 31 de diciembre pasado a Electricaribe en su balance y ha procedido a dar de baja sus activos, pasivos y participaciones no dominantes por un importe neto de 475 millones de euros.
De esta manera, la energética reconoce la inversión en la filial colombiana como un activo disponible para la venta por su valor razonable de 475 millones de euros, similar al valor neto contable.
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