Este estudiante norteamericano no es que sea Einstein o Edison, pero un día se le ocurrió aprovechar el agua de la lluvia para generar energía. Cogió unas botellas de plástico y creó un molino, como los de toda la vida. Lo enganchó a un generador y éste a una batería. En cinco pasos simples creó una central mini hidráulica en su casa.
Mira este vídeo (en inglés) y sorprendente de lo fácil que es obtener energía con un poco de ingenio.
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