Renovables

El responsable de Vestas de negociar el ERE con los sindicatos en León se va de vacaciones con el conflicto laboral al rojo vivo

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El conflicto laboral en Vestas está viviendo sus momentos más críticos. Casi cuatro meses de negociación, quince días de huelga indefinida y una semana de encierro de tres trabajadores de la fábrica de Vestas en Villadangos del Páramo (León), no han pesado lo suficiente para el responsable de Recursos Humanos de la eólica danesa que se ha ido de vacaciones hasta finales de agosto según han confirmado a este diario fuentes sindicales.

Las movilizaciones han llegado hasta la sede central de la multinacional en Madrid mientras Vestas mantiene su decisión de parar cuatro líneas de producción de las siete que funcionaban hasta ahora. Ayer más de 350 trabajadores viajaron en autobús desde León para concentrarse desde las 10:30 hasta las 13:00 en las oficinas centrales de la calle Serrano Galvache de Madrid en protesta por la eliminación de esas cinco líneas de producción ya que amenaza 200 puestos de trabajo de manera inmediata.

"También les han apoyado trabajadores de otros centros de trabajo de Vestas que ven peligrar su puesto de trabajo si la compañía empieza cerrando León pero continúa con la deslocalización" explican fuentes sindicales a este diario, "pero la negociación está totalmente bloqueada desde hace dos semanas por parte de la dirección, los representantes de los trabajadores están intentando estudiar nuevas propuestas, pero no ha habido ningún avance".

Los sindicatos reclaman el pleno empleo para 2018 y 2019, pero "la empresa se comprometía en 2018 pero en 2019 no eran capaces de presentar ningún Plan Industrial, y en vez de de negociar el pleno empleo, proponía prejubilaciones, bajas incentivadas y la posibilidad de un ERE, pero con unas retribuciones que les parecen insuficientes a los trabajadores", añaden las fuentes.

"Durante la concentración de ayer en Madrid, pedimos reunirnos con algún responsable de la compañía, ya que nuestro interlocutor se había ido de vacaciones, con un objetivo, que nos dejen trabajar en algún escenario que permita desbloquear las negociaciones", explican los sindicatos, "pero nos dijeron que primero, antes de hablar, teníamos que desconvocar la huelga indefinida".

La última oferta de Vestas ha sido subir la retribución y el número de días por año trabajado para calcular las indemnizaciones en el caso de un ERE, "de los 33 días que marca la ley, la compañía ofrece hasta 55 días, más del doble, pero lo paradójico es que nos aseguraron al inicio de las movilizaciones que no se iba a despedir a nadie pese a la reducción de la carga de trabajo que va a tener la fábrica de León y ahora ya se está hablando del ERE".

Según fuentes de la compañía, hay dos líneas que paran por la obsolescencia del modelo V90-3MW, que ya no tiene demanda y las otras dos se llevan a Asia al no existir más demanda en el ámbito de influencia de la fábrica, que es Europa (plataforma de 2 MW).

Negociación con el Gobierno

Paralelamente a la concentración en las oficinas de Vestas en Madrid, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, se reunía en el Ministerio de Transición Ecológica con los representantes sindicales. "Hemos recibido un trato amable por parte del secretario de Estado quien nos ha confirmado que previamente ha tenido una reunión con directivos de Vestas para buscar soluciones al conflicto, y a los que ha tendido la mano" cuentan las mismas fuentes, "les ha dicho que si depende del Gobierno se podría buscar algún tipo de subvenciones para mantener abierta al 100% la fábrica de León, sin embargo, le han trasladado el mensaje de que Vestas seguirá adelante con sus planes y su estrategia empresarial".

Por su parte los sindicatos han pedido al gobierno que incentive la repotenciación de los parques en España. "Muchos están llegando a sus 20 años de vida útil y las máquinas nuevas tendrían muchas ventajas no solo para el empleo en el sector, sino por el impacto ecológico que tendría el cambio de muchas máquinas antiguas por una sola de nueva generación o por el dinamismo que supondría para el sector del mantenimiento".

"Lo llamativo de cerrar la fábrica de León es que alegan que no tiene suficientes pedidos para futuros proyectos eólicos, sin embargo, desde 2008 a 2018 no se ha hecho ningún parque en España con máquinas Vestas y la fábrica ha estado a pleno funcionamiento enviando sus productos a todo el mundo, Europa, Asia o Sudamérica. Y ahora que empieza a haber movimiento en el sector tras las subastas de renovables, se llevan la producción, no tiene sentido", concluyen las fuentes.

Vestas Eólica ha sido seleccionada empresa proveedora para Gas Natural Fenosa, EDP y Enel Green Power en España con una capacidad aproximada de 650MW, y se continúa trabajando en ampliar esta cartera de pedidos.

La plantilla total de la planta alcanza los 370 trabajadores fijos y 180 eventuales, de los cuales 90 terminaron su contrato este mes de julio coincidiendo con el fin del compromiso político de Vestas de mantener el empleo tras los más de 15 millones de ayudas públicas recibidas, según informa UGT en un comunicado.

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