Conducimos la gama RS de Audi en circuito: diversión en clave eficiente

Hay días en los que uno agradece profundamente su trabajo. Rodar cada semana con un coche diferente es una de las muchas ventajas que propone mi profesión pero elevar el nivel a rodar por circuito, pocas cosas hay que lo igualen. Eso es precisamente lo que hemos hecho en El Periódico de la Energía, disfrutar de nada menos que 2.445 CV de potencia, a controlar bajo nuestro pie derecho. Aunque siendo justos, la realidad es que la cuenta asciende a nada menos que 5.800 CV si contamos con todos los actores disponibles.

¿A quiénes nos referimos? Sencillo porque seguramente ya lo hayas visto en el titular: a la gama RS de Audi, una de las más completas del mercado y la encargada de transmitir desde hace más de 30 años las emociones de la firma de los cuatro aros. Una estirpe que comenzó en 1992 con el primer Audi RS2 Avant y que ahora alcanza una nueva dimensión con el RS e-tron GT del que te hemos traído una prueba en profundidad. Entre medias 10 modelos y seis carrocerías diferentes todas con un único fin: hacer disfrutar a sus conductores.

De los 10 modelos, nosotros nos quedamos con cuatro de ellos: RS6 Avant, RS7 Sportback, RS Q8 y el mencionado RS-etron GT porque además de conseguir dibujarnos una sonrisa en el rostro con su rendimiento son los únicos de la gama que además tienen conciencia ECO, la misma que determina ese sello de la DGT en los tres primeros gracias a su red de a bordo de 48 voltios dejando al RS e-tron GT como el único y el primer eléctrico de la historia de la firma deportiva.

Experiencia en circuito

Curiosamente, estos cuatro modelos son, con permiso del R8 Performance quattro, los de mayor rendimiento de toda la gama RS de Audi. Hablamos en el caso de la primera terna de un V8 biturbo de 4,0 litros que entrega la nada despreciable cifra de 600 CV al que acompaña un par máximo de 800 Nm logrando, en el mejor de los casos, ofrecer un 0 a 100 km/h de 3,6 segundos y una velocidad punta de 305 km/h. En otro escalón, situándose además como el más potente de siempre dentro de los modelos de Audi Sport está el ya conocido por todos RS e-tron GT que gracias a su función Boost puede alcanzar los 645 CV de pico y los 830 Nm de par, parando el cronómetro en los 3,3 segundos.

Las sensaciones en el trazado son diferentes con cada uno. La contundencia que uno espera y que consigue con las moles alimentadas por el V8 se diluye en el momento en el que uno vuelve a encontrarse con el RS e-tron GT. Ojo, rodar rápido con los RS6 Avant, RS7 Sportback y RS Q8 es sencillo, muy sencillo alcanzando velocidades estratosféricas al final de la recta principal del Circuito de Navarra, emplazamiento de esta prueba. Pero más fácil es aún salir de la curva con todo el potencial disponible en el eléctrico. Los 830 Nm de par son instantáneos y muy seguro hay que estar de uno mismo para apretar con contundencia el acelerador, y ya de paso el volante, para que este potro no se desboque.

Lo más llamativo, sin duda, lo fácil que resulta moverle pese a anunciar un peso cercano a las 2,5 toneladas, justo lo que menos positivo sería para un deportivo. Sin embargo, los ingenieros alemanes han conseguido rozar la perfección con este RS e-tron GT. Ya nos los demostró en el día a día y el trazado navarro no ha hecho sino confirmar lo que ya sabíamos: que este eléctrico es el mejor RS fabricado jamás.

No nos olvidamos de la trinidad que lo acompaña, que además propone una carrocería para cada gusto. Cierto es que el RS6 Avant nos toca especialmente la fibra pero pocos peros hay que sacarle al RS7 Sportback. La aerodinámica y el elevado centro de gravedad son quizá las taras más acusadas del RS Q8 para rodar por el trazado pero solo por querer rascar algo. Lo cierto es que estos cuatro modelos representan la máxima expresión de la deportividad de Audi y, además, lo hacen en clave eficiente. ¿Se puede pedir más?