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VÍDEO| Prueba Audi RS e-tron GT: te dejará sin aliento

¿Es el RS e-tron GT el mejor Audi que se haya fabricado jamás? La respuesta es complicada pero sí podemos afirmar que las cero emisiones ya no están reñidas con las emociones fuertes

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Sin que sirva de precedente voy a romper una lanza en favor de la electrificación: puede ser tan emocionante como conducir un exquisito V10 atmosférico. Pero matizo mis palabras: solo es posible si tienes entre manos al protagonista de estas líneas, el Audi RS e-tron GT. La firma de los cuatro aros no es novel en las lides 100% cero emisiones gracias a la gama e-tron, en la que entra por la puerta grande esta berlina coupé de estilo Gran Turismo que emociona desde el primer golpe de vista.

Visto y ni visto

Pero antes de entrar en la parte visual es de recibo que hablemos de lo que han conseguido los ingenieros alemanes con este RS e-tron GT. Un auténtico cohete que más que surcar las carreteras las sobrevuela gracias, en parte, a una aceleración de 0 a 100 km/h de solo 3,3 segundos. Un dato que consigue gracias al conocimiento y, sobre todo, a la dedicación de los ingenieros de Audi Sport que tan pronto son capaces de desarrollar un descomunal RS Q8 o un R8 V10 Performance como de eliminar cualquier rastro de partícula contaminante y poner en liza este RS e-tron GT.

Porque bajo sus esculturales 4,99 metros de largo se esconden dos motores eléctricos, uno por cada eje, que entregan de manera conjunta 646 CV y 830 Nm de par… ¡instantáneos! Un matiz, este rendimiento se consigue de manera puntual en modo _boost _ya que de continuo la potencia se queda en tan ‘solo’ 598 CV.

Sus prestaciones son de escándalo: tiene un 0 a 100 km/h de tan solo 3,3 segundos

Vuelo raso

Pocos eléctricos son los que le superan en rendimiento: Tesla Model S Plaid con sus impresionantes 1.020 CV y el Porsche Taycan Turbo S con quien el RS e-tron GT comparte base, motores y dinámica de conducción.

Porque si hablamos de sensaciones al volante pocos modelos salvo de su primo-hermano puede transmitir tanto como el RS e-tron GT. No solo impresiona en aceleración, donde a poco que andes despistado (hablo por el resto de ocupantes), tu espalda se fundirá con el respaldo. Pero incluso si estás a los mandos,  notarás como ambos elementos se vuelven uno. En recta impresiona, no hay duda, pero es en curva donde saca a relucir todas sus bondades.

No hay que olvidar que hablamos de un vehículo que cifra 2.422 kilos de peso con el conductor, tonelaje que hay que detener de manera segura y eficaz cuando se afronta el vértice. Dicho y hecho.

A la altura de los mejores

Para ello, el RS e-tron GT se rodea de un elenco de sistemas a la altura de los mejores coches de competición para conseguir unas sensaciones casi únicas: un reparto de pesos perfecto (50/50), dirección progresiva, eje trasero direccional, suspensión neumática, frenos de alto rendimiento con opción de equipar unos carbocerámicos, diferencial autoblocante…, como ves no hay que se haya dejado al azar.

Las sensaciones, las descritas. El RS e-tron GT más que moverse sobre raíles parece flotar sobre ellos. En condiciones normales el encargado de movernos es el motor trasero de 455 CV y solo cuando somos demasiado generosos con el pedal derecho el delantero (de 238 CV) entrará en juego para conseguir la máxima tracción posible. Pero hay que tener en cuenta un detalle: el consumo. Porque por mucho que estemos disfrutando no hay que olvidar que estamos a los mandos de un eléctrico y aquí cada kilómetro cuenta.

Despreocúpate

Suerte que este RS e-tron GT emplea la tecnología de 800 voltios para su batería permitiendo cargarlo en tomas de hasta 270 kW para obtener un 0-80% en dichas tomas de menos de 25 minutos. Una solución que le sitúa, como es tradicional en la marca, a la vanguardia del sector, y con la que consigue reducir los largos tiempos de espera para poder seguir disfrutando sin límites de todo lo que te hemos descrito.

En corriente alterna admite cargas de hasta 22 kW siempre que embarquemos dicho cargador, de lo contrario el máximo será de 11 kW necesitando unas 10 horas para llenar los 85 kWh de batería útiles (el bruto es de 93 kWh).

En el caso de que consiguiéramos calcar el consumo medio homologado, de 19,9 kWh/100 km tendríamos para recorrer 488 kilómetros, una cifra más que sensata para cubrir largas distancias. Pero seamos justos, con nuestros instintos más primarios desatados esta cifra quedará más lejos que de Hawaii. Porque con todo enfocado a la deportividad el gasto subirá hasta los 33 kWh/100 km pudiendo realizar algo más de 250 km que no es una mala cifra tampoco para pasar una jornada de curvas.

Si por el contrario bajamos nuestras aspiraciones deportivas y seleccionamos cualquiera de los dos programas previstos para el día a día: Comfort y Efficiency, aproximaremos el gasto al dato oficial consiguiendo unos más que dignos 22,3 kWh/100 km. De esta forma el trayecto ya se aproximará con certeza a los 400 kilómetros pero todavía quedará lejos del oficial.

Es en estos dos modos donde el RS e-tron GT se muestra como lo que también es: una berlina de alto standing en la que da gusto viajar. Prima la suavidad por encima de todo con la ventaja de tener siempre a nuestra disposición todo el rendimiento citado.

Admite cargas hasta de 270 kW, es decir, en 25 minutos llenas el 80%

Ejercicio de diseño

Si en el apartado dinámico podemos hablar sin que nos tiemble ni el pulso ni el habla de que quizá sea el mejor Audi que jamás haya pasado por nuestras manos (y han sido unos cuantos), en el estético no se queda atrás.

Dada su semejanza con el Taycan, parece que se ha creado una dualidad por ver cuál de los dos es más bello. Para gustos, los colores. Por conjunto un servidor se queda con este RS e-tron GT aunque hay que reconocer que la zaga del Taycan tiene mucho encanto. Pero el equipo de diseño de Marc Lichte puso mucho empeño en conseguir unas proporciones fluidas, vistosas y que evocaran deportividad. Se mantiene elementos estéticos propios de los modelos históricos de la marca, aderezados con otros de nueva factura como la iluminación o el cuidado aerodinámico.

El interior no se queda ni mucho menos atrás si bien aporta un punto estético continuista respecto al resto de modelos de combustión, destacaríamos el uso de botones en la zona inferior de la pantalla central o la orientación de todos los comandos al conductor, muy al estilo de los R8, para que nos sintamos como en un cockpit de competición.

No hay pero alguno en lo que a calidad, acabados y terminaciones se refiere pues como es propio de una marca del estatus de Audi podemos optar por todo lo que imaginemos o lo que nos permita nuestra cuenta corriente.

En conclusión

Creía sinceramente que el Taycan había conseguido llenar todas mis necesidades de radicalidad y aunque el RS e-tron GT no llegue a la contundencia de rendimiento del Turbo S, si equiparamos versiones, nuestro protagonista parece sacarle varios puntos a su compatriota.

La versión más radical del primer eléctrico de alto rendimiento de Audi redefine, para mí, la conducción eléctrica. Todo es fácil, sencillo, intuitivo, simbiótico. Lo complicado será optar por uno, porque los 145.760 euros que pide Audi de inicio pueden llegar a rozar los 200.000 euros a poco que empecemos a sumar extras. Pero más allá citar lo sabido, nos quedamos con lo descrito al comienzo: la electrificación puede ser emocionante pero solo si tenemos entre manos un modelo como el RS e-tron GT.

Fotogalería del Audi RS e-tron GT

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