El temor al contagio por coronavirus está provocando más de un quebradero de cabeza a las empresas de mantenimiento del sector eólico. Muchos operarios se cuestionan si es necesario trabajar de la misma manera que antes de la pandemia, principalmente por los posibles riesgos de contagio a los que se exponen en su jornada laboral.
Algunos trabajadores de mantenimiento de las grandes compañías eólicas, como Vestas, GE Renewables o 9REN, piden quedarse en casa y cubrir solo averías, pero esa posibilidad no la recoge el RD 463/2020, de 14 de marzo, que aprobó el gobierno y puso en marcha el Estado de Alarma en toda España.
Más aún. Los artículo 17 y 18 señalan que se debe garantizar el suministro de energía eléctrica y que los operadores críticos de servicios esenciales adoptarán las medidas necesarias para asegurar la prestación de esos servicios, lo que podría incluir la obligación de continuar con el mantenimiento de parques eólicos.
"En España hay unas 3.000 personas que trabajan como personal de mantenimiento de parques eólicos, que por seguridad operativa deben actuar en parejas y que se desplazan en furgonetas biplaza para hacer ese servicio esencial", explican fuentes sindicales a este diario, "su función es la de garantizar la operación de instalaciones de generación eléctrica".
"Por tanto, el mantenimiento de parques eólicos es fundamental para el suministro de un servicio esencial", puntualizan, "y hay que ir a trabajar, pero eso sí, con un estricto protocolo de medidas de seguridad para los operarios".
Entre las medidas de seguridad se incluye la obligación de ir siempre con mascarilla durante el tiempo que dure el trayecto en furgoneta hasta los parques eólicos y un pase laboral por si les para la Guardia Civil. También si algún trabajador tiene un cuadro médico de alto riesgo o con familiares en la misma situación, se debe quedar en casa. "Otra de las precauciones que se han tomado es que, durante estas semanas, sean siempre los dos mismos compañeros los que estén trabajando juntos" explican, "el problema es que los dos operarios tienen que estar durante varias horas sentados en el mismo vehículo y aunque lleven mascarillas, la posibilidad de contagio es muy grande".
Además, "como todos los restaurantes y bares están cerrados, no hay nada abierto y no tienen dónde comer, les hace más complicado su trabajo", añaden, "pero lo más preocupante es que están haciendo un trabajo con cierta peligrosidad y si tienen un accidente, tal y como están de colapsadas las urgencias, es difícil que vaya una ambulancia a mitad de un monte para atenderlos".
La salud y el buen funcionamiento de un parque eólico necesita la inspección periódica de su maquinaria e infraestructura. Por eso, se realizan dos tipos de mantenimiento, el preventivo, que examina las palas y busca todo tipo de daños o desperfectos que requieran atención, y correctivo, las averías o los fallos que pueden sufrir los aerogeneradores.
La duda surge si en este periodo de alarma, es necesario que se realice el mantenimiento predictivo o solo contar con los operarios en caso de avería.
Por eso, se pide a la Administración estatal que se elabore algún protocolo o instrucción para todo el territorio nacional y que sea conocido por todos.
"No hay un baremo que diga hasta dónde son suficientes las medidas de seguridad y hasta dónde no", concluyen las fuentes, "por eso se necesita que el Gobierno aclare cuáles son las normas que deben seguirse en los centros de trabajo o el modo de proceder para la tranquilidad de todos".
Hay que salir de dudas y, según han confirmado a este periódico tanto empresas como sindicatos, ya se está solicitando a las autoridades sanitarias que establezcan ese protocolo.
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