El escándalo del nombramiento de Arsenio Fernández de Mesa como consejero de Red Eléctrica ha traído cola en las mismas filas del Partido Popular. La guerra interna, encabezada por María Dolores de Cospedal y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se mantiene e incluso se podría decir que va a más. Y ahora se ha llevado hasta el consejo de REE.
Según ha podido saber El Periódico de la Energía, el nombramiento de Fernández de Mesa tiene nombres y apellidos dentro de la cúpula del Gobierno. Por un lado, María Dolores de Cospedal. Y por otro, el propio Mariano Rajoy.
Ambas figuras son los que han aupado al exdirector de la Guardia Civil hasta el consejo del operador del sistema. Cospedal consiguió meter a un delfín suyo en el consejo el año pasado. El exalcalde de Toledo Agustín Conde. Cuando la nombraron ministra de Defensa, se llevó consigo como secretario de Estado a Conde. Tras ese movimiento, Cospedal ha querido recuperar su cuota dentro del consejo y ha optado por la figura de Fernández de Mesa para lograrlo. Y todo con el consecuente visto bueno del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
No hay que olvidarse tampoco que en 2012, Cospedal ya intentó colocar a su marido en consejo, junto a Alberto Nadal, hermano del ahora ministro. Menos mal que se truncaron esos nombramientos, si no el escándalo hubiese sido mayúsculo.
Pero además, lo han hecho con cierta alevosía. Fuentes internas del Gobierno aseguran que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, no estaba al tanto del nombramiento. "Le pilló por sorpresa", aseguran.
Ni lo sabía y menos se lo esperaba con la que le ha caído encima en los últimos meses tras el fallecimiento de la anciana en Cataluña por problemas de pobreza energética y el alza del precio de la electricidad. Desde que ha llegado ha sido una guerra continua. En pocos meses se ha enfrentado a una crisis detrás de otra. Y esta del nombramiento era totalmente corregible o al menos se podía haber parado.
Por eso, Cospedal y Rajoy decidieron ocultarlo. "Si no, no se habría producido", dicen las mismas fuentes.
Enfado de Nadal
El ministro Nadal se ha mostrado en sus foros internos con cierto malestar por este nombramiento. Por un lado, no se esperaba para nada el mismo. Dos, que no se lo hayan comunicado y se lo hayan hecho saber antes como ministro del ramo, al menos para saber qué responder a la prensa. "Es una decisión empresarial", dijo a los micros en el Congreso. Tres, que su padre económico, José Folgado, le haya metido este gol. Aunque no ha tomado la decisión, Folgado sí ha participado en el nombramiento como presidente de Red Eléctrica.
Y cuatro, y no por ello menos importante, que lo hicieran el mismo día en que el Congreso validaba el nuevo decreto contra la pobreza energética y que el nombramiento de Fernández de Mesa dejase en pura anécdota ese pacto del nuevo bono social.
"Su trabajo ha quedado en el tintero. Ahora la gente solo se va a quedar con lo del nombramiento y no con lo importante, que por primera vez haya consenso para ir contra la pobreza energética", explican esas fuentes.
Nadal no se explica por qué han realizado este nombramiento a estas alturas. Ni Red Eléctrica tenía la necesidad imperiosa de nombrarlo, ni este hombre está capacitado para un puesto de ese calibre.
El consejo de administración tenía 11 miembros hasta la semana pasada cuando nombraron a Fernández de Mesa. La compañía está obligada a tener al menos 9 consejeros. Ya tenía 11 y no hacía falta. Ahora son una docena, de los cuales cinco son expolíticos.
Además, su pasado ni su formación son las idóneas para una empresa como Red Eléctrica. Lo único que tiene es su pasado en el Gobierno y su cercanía a Rajoy.
Ahora, por si no era suficiente, la guerra entre Cospedal y Soraya se extiende a sus pupilos. Probablemente, esto no se quede ahí.
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