La presentación estratégica de Cox fue, en gran parte, enfocada al inminente cierre de la compra de los activos mejicanos a Iberdrola. La compañía que preside Enrique Riquelme se comprometió a un plan de inversiones de €5,5 mil millones durante tres años y un plan de sinergias en costes de €45 a €50 millones anuales en 2027. La mitad del plan de inversiones estará destinado a Méjico.
Después de la integración de los activos mejicanos, Cox pasa de un nivel de protección con contratos a largo plazo del 70% al 90% de la energía que vende. La duración media de los contratos de los activos mejicanos es de siete años y medio, lo que añade visibilidad a los ‘cash flows’’ de la compañía. Este punto es crítico para dar solidez financiera a un plan de crecimiento tan audaz como el que se presentó ayer.
Queda pendiente la aprobación de la compra de los activos por la junta extraordinaria del día 4 de noviembre. La compañía tiene previsto cerrar la operación en este último trimestre de 2025.
Cox presentó un plan de crecimiento muy ambicioso
El equipo gestor compartió unos objetivos de alcanzar un beneficio operativo después de amortizaciones (Ebitda) de €1.500 a 1.600 millones en el año 2028. Comparado con un Ebitda con los activos mejicanos integrados de unos €710 millones para el 2025, supondría crecer entre un 29% y un 31% anual en los próximo tres años.
Se espera que Méjico aporte entre el 53% y el 56% del Ebitda de ese objetivo para el 2028, el país con mayor aportación al grupo. Cox quiere crecer en proyectos híbridos de solar y baterías, de eólica terrestre, de ciclos de gas para autoconsumo y de gestión y distribución de agua.
Financiación garantizada de la compra de activos
La compra de activos será financiada a través de un vehículo financiero. El capital social de este vehículo estará integrado por acciones preferentes de nuevos socios y por aportaciones al capital directamente de la empresa matriz, de manera que esta mantendrá el 100% del capital en acciones ordinarias. El vehículo recibirá un préstamo ``puente’’ que expirará en dos años.
Cox volvió a comprometerse a un ratio deuda neta sobre Ebitda con recurso a la matriz inferior a la unidad. Este ratio no incluye deuda por financiación de proyectos ni Ebitda que estará destinado a pagar la deuda por financiación de proyecto.
Exposición a menos mercados
Cox confirmo un plan de venta de activos en mercados no estratégicos. Al igual que otras compañías energéticas, como Voltalia o TotalEnergies, Cox quiere simplificar la estructura del grupo reduciendo el número de mercados en los que está presente actualmente. El equipo gestor presentó la lista de los mercados en los que se enfocará: África y Medio Oriente, Brasil, Chile, Arco Central (Panamá y Ecuador), Méjico y España.
El objetivo a largo plazo del equipo gestor es que cada una de estas plataformas sea financieramente autónoma. Aunque Cox no contempla ninguna venta de activos mejicanos individuales, sí se contempla "vender intereses minoritarios en activos concretos", añadió Enrique Riquelme, presidente ejecutivo de Cox. La misma estrategia se repetiré en la división de Arco Central.
En la división de África y Medio Oriente, Cox planea buscar un socio financiero para que esta plataforma se convierta en financieramente independiente. Tampoco la plataforma chilena es financieramente autónoma actualmente.
Preguntado por los proyectos que justificarían un crecimiento tan alto en los próximos años, el equipo gestor aclaró que el plan sólo integra proyectos "que se tienen que ejecutar", no proyectos a los que puedan aspirar. Esto no deja de ser un gran reto para Cox. El reparto de dividendo tendrá que esperar.
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