Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de EEUU han desarrollado un nuevo sistema más sencillo y menos costoso para la creación de baterías de flujo líquido que utiliza la gravedad para producir energía. El invento de los investigadores ‘se alimenta’ por gravedad y el proceso de la producción de energía puede ser ajustado al cambiar el dispositivo de ángulo, acelerando o frenando el ritmo del flujo, por lo cual la batería es comparada con un reloj de arena.
El nuevo concepto para el diseño de la batería de los investigadores del MIT ha sido recogido en un artículo en la revista Energy & Environmental Science bajo el título _A low-dissipation, pumpless, gravity-induced flow battery _.
Las baterías de flujo líquido no son un concepto nuevo. De hecho, los primeros diseños de este tipo de baterías se remontan a la década de 1970. La idea básica es que existen los electrodos positivos y negativos en forma líquida y están separados por una membrana. Las partículas viajan de una terminal a la otra en una suspensión líquida que genera electricidad.
Sin embargo, todos los diseños de baterías de flujo líquido anteriores tienen algo en común: se basan en sistemas complejos y costosos de tanques, bombas y válvulas para mover los compuestos químicos contenidos dentro del sistema.
El nuevo diseño desarrollado por investigadores del MIT dirigidos por Ming Chiang elimina completamente la necesidad de sistemas de bomba complicados. En su lugar, utiliza una simple alimentación por gravedad para mover la suspensión por un canal estrecho y generar energía. Y además tiene otra ventaja importante, ya que la tasa de energía producida por este nuevo tipo de batería de flujo líquido puede ser aumentada o disminuida simplemente ajustando el ángulo de la batería, que acelera o frena el ritmo del flujo, por lo cual la batería es comparada con un reloj de arena.
Y ahora, las malas noticias inevitable - el prototipo construido por el equipo del MIT es sólo una prueba de concepto, y los investigadores están muy lejos de su comercialización en este punto. Kyocera profesor de Cerámica embargo-Ming Chiang, el autor principal del artículo, compara la creación actual del equipo para un prototipo de automóvil. Chiang confía en que el diseño será en última instancia conducir a un producto real, sin embargo, y podría tener aplicaciones en una serie de industrias.
Yet-Ming Chiang, uno de los investigadores del estudio, señala que el nuevo diseño hará posible la aparición de sistemas de baterías más sencillos y compactos que también podrían ser más baratos. Estos sistemas de almacenamiento podrían incrementar el uso de fuentes de energía intermitentes, como la energía solar o la eólica.
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