En el último trimestre, España ha experimentado un avance significativo en la instalación de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos. Según las estadísticas más recientes de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), se han instalado 2.420 nuevos puntos de recarga, representando un aumento del 10,6% en comparación con el segundo trimestre. Esta cifra refleja el compromiso creciente del país con la movilidad eléctrica y la construcción de una red de carga robusta. Sin embargo, detrás de esta positiva tendencia, se encuentra un desafío que no podemos ignorar, pues España se sitúa a la cola de países de Europa.
De los 25.180 puntos de recarga instalados en España hasta la fecha, nos preocupa el hecho de que 8.869 de ellos permanezcan inactivos. Este dato no sólo plantea interrogantes sobre la eficacia de la expansión de la infraestructura de carga, sino que también señala la necesidad urgente de abordar las barreras que impiden su pleno funcionamiento.
El incremento en el número de estaciones de carga es motivo de celebración y refleja la dirección positiva que España está tomando hacia la adopción de la movilidad eléctrica. Sin embargo, para que esta transición sea exitosa, es crucial que cada punto de recarga cumpla con su propósito fundamental: proporcionar una experiencia de carga eficiente y confiable a los usuarios de vehículos eléctricos.
Inoperatividad de los puntos de carga
Las razones detrás de la inoperatividad de estos puntos de carga son diversas y complejas. Problemas técnicos, falta de mantenimiento y coordinación insuficiente entre los actores involucrados en la infraestructura de carga son algunos de los factores que contribuyen a este desafío, aunque la mayoría están fuera de nuestro alcance.
Las empresas instaladoras de puntos de carga deben reconocer la necesidad de una acción concertada entre las empresas de carga, las autoridades gubernamentales y otros actores relevantes para abordar estos problemas de manera efectiva.
En este contexto, instamos a una mayor colaboración entre el sector privado y las instituciones públicas. Es esencial establecer estándares de mantenimiento y supervisión que garanticen la funcionalidad continua de la infraestructura de carga. Además, abogamos por una mayor inversión en investigación y desarrollo para mejorar la tecnología y reducir las tasas de fallo de los equipos.
Mayor transparencia
La transparencia en la información sobre la operatividad de los puntos de carga es clave para construir la confianza de los usuarios. Atlante se compromete a contribuir a esta transparencia, brindando información clara y actualizada sobre el estado de nuestros puntos de recarga. Además, estamos explorando activamente soluciones tecnológicas innovadoras para mejorar la eficiencia y la supervisión remota de nuestros puntos de carga.
En conclusión, celebramos el aumento en la instalación de puntos de recarga en España, pero también reconocemos la importancia de abordar la inactividad de un número significativo de ellos. En Atlante, estamos listos para desempeñar nuestro papel en la solución de estos desafíos, y continuaremos invirtiendo y colaborando para construir una red de carga rápida y confiable en el sur de Europa. La movilidad eléctrica es el futuro, y juntos, superaremos estos desafíos para allanar el camino hacia un mañana más sostenible.
Quim Ibern es General Manager de Atlante Iberia.
David B
04/12/2023