Los centros de datos en España están en pleno auge, pero enfrentan desafíos significativos para garantizar un suministro energético sostenible. Según un reciente análisis de DNV, se estima que el consumo anual de energía de estos centros podría alcanzar los 26 TWh en 2050, un aumento de más del 300% respecto a los niveles actuales. Este crecimiento refleja el papel crucial de estas infraestructuras en la economía digital, pero plantea serios retos en términos de sostenibilidad y eficiencia.
Actualmente, los centros de datos y la inteligencia artificial (IA) consumen el 13% de la electricidad destinada a equipos comerciales, cifra que podría aumentar al 44% en 2050. Este incremento responde al crecimiento exponencial de tecnologías como la computación en la nube, la IA y el Internet de las cosas (IoT), las cuales demandan mayores capacidades de procesamiento y almacenamiento.
España: polo tecnológico europeo
Carlos Albero, Market Area Manager de DNV Iberia, destaca que España ha logrado atraer grandes inversiones de gigantes tecnológicos como Apple, Amazon, Google y Microsoft. Esto ha sido posible gracias a la ubicación estratégica del país, su acceso a energías renovables, una infraestructura digital robusta y políticas gubernamentales favorables. Sin embargo, Albero subraya que garantizar una oferta energética renovable, asequible y equilibrada es crucial para sostener este desarrollo.
Actualmente, la capacidad eléctrica de los centros de datos en España alcanza los 900 MW, con una proyección de crecimiento a 1.350 MW en 2030 y hasta 4.000 MW en 2050. Las principales regiones de este desarrollo son Madrid y Barcelona, donde la conectividad y el acceso a energías sostenibles son determinantes.
Sostenibilidad como prioridad
Para mitigar el impacto ambiental del crecimiento previsto, DNV recomienda una colaboración estrecha entre operadores de centros de datos, compañías eléctricas y reguladores. Las prioridades incluyen la adopción de energías renovables, la eficiencia energética y el refuerzo de la red eléctrica.
En lo que respecta a la adopción de energías renovables, se prevé que la capacidad instalada de estas fuentes en España se cuadriplique para 2050, con un fuerte crecimiento en energía solar y eólica.
En cuanto a eficiencia energética, innovaciones como sistemas avanzados de refrigeración y la reutilización del calor residual son clave para reducir el impacto ambiental. Y respecto al refuerzo de la red eléctrica, se subraya que la modernización de la red es esencial para soportar el aumento en la demanda sin comprometer la fiabilidad.
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