Los persistentes ataques de drones ucranianos contra la infraestructura petrolera y gasística rusa han neutralizado aproximadamente una quinta parte de sus capacidades de producción de combustible, una situación crítica en algunas regiones de este país.
Esto ha causado problemas de abastecimiento de combustible, impulsado los precios en las gasolineras y obligado a vetar las exportaciones de gasolina para equilibrar el mercado interno.
Más de una decena de refinerías en las regiones de Volgogrado, Krasnodar, Samara, Rostov o Sarátov, además de oleoductos internacionales como el Druzhba y terminales portuarias como Ust-Lugá, en el Báltico, han debido detener sus operaciones en varias ocasiones en las últimas semanas tras el impacto de drones o misiles ucranianos.
Según fuentes independientes, Kiev habría bloqueado entre el 17 y el 21% del potencial de procesamiento ruso, cifras sobre las cuales la parte rusa guarda silencio.
Refinerías en el punto de mira de Ucrania
Ucrania comenzó a atacar sistemáticamente las refinerías y los depósitos de combustible en la retaguardia rusa en los primeros meses de 2024, una práctica que ha ganado en intensidad con el paso de los meses y cuyo objetivo es desabastecer a la maquinaria de guerra rusa.
Así, en los últimos meses, las fuerzas ucranianas han logrado causar daños a las refinerías Afípskaya y Slaviánskaya, en Krasnodar; y las plantas Kúibishevskaya y Novokúibishevskaya, en Samara.
A mediados de agosto la refinería de Novoshájtinsk (Rostov) ardió durante más de tres días tras el impacto de un dron enemigo.
A finales de ese mes, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó de ataques contra refinerías de Krasnodar y Samara, a las que responsabilizó de abastecer al Ejército ruso.
Para comprender la magnitud de los daños causados, la refinería Kúbishevskaya es capaz de procesar 7 millones de toneladas anuales, alrededor de 140.000 barriles diarios. En 2024 esta planta produjo 800.000 toneladas de gasolina y 1,4 millones de diésel, además de otros derivados.
Pulso por el precio de la gasolina en Rusia
Esta situación ha afectado notablemente a los precios de la gasolina en Rusia, que han experimentado una tendencia al alza, llegando a niveles de entre 57,88 a 64,96 rublos por litro (0,73-0,82 dólares por litro) y una expectativa de incremento de un 0,5–2,5% en septiembre.
Aunque el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, intentó lanzar un mensaje tranquilizador al aseverar que "el mercado de combustible está completamente cubierto", el Gobierno ruso decidió asegurarse y prohibió la exportación de gasolina hasta fines de octubre.








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