La compañía alemana de suministro energético y de redes E.on tuvo un beneficio neto atribuido hasta septiembre de 3.903 millones de euros, un 268,9 % más que un año antes, porque ha hecho más frío en 2021 que en 2020, tras recuperarse de la pandemia y por reducción de costes.
E.on informó hoy de que la facturación mejoró entre enero y septiembre hasta 48.087 millones de euros (+11 % que un año antes), tras incluir las cifras de la eslovaca VSEH, que adquirió en agosto de 2020.
El resultado operativo ha sido robusto en los nueve primeros meses del ejercicio, de 5.095 millones de euros (+119,3 % que un año antes), tras el programa de reestructuración en el Reino Unido.
Las cifras del año pasado han sido ajustadas para que reflejen mejor la adquisición de la empresa de renovables Innogy y puedan compararse mejor.
E.on se quedó con el negocio de redes y venta de Innogy y RWE con el negocio de renovables de Innogy y el de E.on.
Además, E.on tuvo unos ingresos de 500 millones de euros en el resultado de PreussenElektra, que gestiona las estaciones nucleares en Alemania, como compensación por pagos anteriores para la compra de electricidad residual, tras el acuerdo del Gobierno alemán y los operadores de centrales nucleares en Alemania a finales de marzo.
E.on ha reducido la deuda neta hasta 37.200 millones de euros a finales de septiembre (40.700 millones de euros a finales de 2020) y aumentó las inversiones en 500 millones de euros los tres primeros trimestres, hasta 2.900 millones de euros, la mayor parte de ellas, 2.100 millones de euros, fue a las redes de energía, para nuevas conexiones de redes y mejoras de infraestructuras.
Ha mantenido sus pronósticos y prevé este año un beneficio neto antes de extraordinarios de entre 2.200 y 2.400 millones de euros.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios