Óscar Leiva, presidente de Ebioss Energy, afronta la entrevista con la tranquilidad de saber que su modelo de negocio y su tecnología son casi únicos en el mundo y que cuenta con el apoyo de partners tan importantes como General Electric o las asociaciones de productores agrícolas de Sofía. La compañía que dirige es, desde julio de 2013, la primera empresa extranjera en cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Con estos mimbres Leiva afronta la entrevista en un momento en que Ebioss Energy ha sufrido algunos de los altibajos propios de un mercado tan expuesto como el MAB, pero explica con transparencia el proyecto de una compañía que pretende, en la medida de sus posibilidades, cambiar la fisonomía de un país, Bulgaria, donde las contaminantes torres de las centrales termoeléctricas de carbón dominan la imagen en pueblos y ciudades.
Su objetivo es levantar centrales de biomasa cuyo impacto medioambiental es prácticamente nulo, aprovechando los múltiples recursos vegetales que hasta la fecha se han desaprovechado en Bulgaria, provenientes de su creciente industria agrícola. Ebioss Energy aplica un proceso de gasificación muy eficiente que proporciona un gas de síntesis tan limpio que General Electric la ha convertido en su socio de referencia en la zona. Un _win-win _sin paliativos que florecerá en el primer semestre de 2015 con la puesta en funcionamiento de la planta de Karlovo. “La primera de muchas”, asegura Óscar Leiva entusiasmado.
¿Cómo surgió Ebioss Energy?
El origen de Ebioss Energy está en su ingeniería EQTEC Gasifier Technology que le permite convertir los residuos en gas, y fue creada en 1997. Nuestro consejero delegado, Luis Sánchez, fundó la compañía y fue desarrollando el negocio energético en torno a nuestra ingeniería, diseñando plantas basadas en gas natural y posteriormente en el proceso de gasificación. Por otro lado, hace ya seis años la otra rama de la compañía, a la cual yo represento, desarrollaba proyectos energéticos en la zona de Europa de Este, en concreto en Bulgaria, e hicimos una fusión empresarial de la que resultó Ebioss Energy. Llevamos funcionando ya seis años y muy satisfechos de la trayectoria lograda hasta la fecha.
¿Cómo aterrizó en el mundo de la energía?
Hace seis años que llegué a Europa del Este, un territorio que ofrecía una excelente oportunidad debido a sus necesidades energéticas. En concreto, Bulgaria depende mucho de las centrales termoeléctricas que llevan la energía eléctrica y el agua caliente a las viviendas, por lo que es un modelo energético diferente al de España. En esta zona es viable desarrollar plantas termoeléctricas, que en vez de estar alimentadas con combustibles fósiles, se abastezcan con combustible de residuo vegetal, que es una materia prima abundante. Y es ahí donde vimos una oportunidad de negocio y desde hace unos años trabajamos muy intensamente en este mercado.
¿Qué ofrece Bulgaria en su modelo de negocio?
Ahora mismo estamos ya más diversificados, contamos con una planta en Italia, estamos trabajando en Francia en un proyecto que firmamos en el mes de julio y también en Alemania. Estamos atomizando nuestra presencia de manera muy orgánica, organizada y conservadora. En Bulgaria entramos porque es un país eminentemente agrícola, el 60% del territorio es agrícola y el 30% es forestal. Tienen muchísimo residuo vegetal. Tenemos grandes acuerdos con las principales asociaciones de agricultores y de grano del país. Aquí tenemos la oportunidad de generar energía con esos residuos agroindustriales, que hasta ahora eran un problema para los agricultores y los grandes latifundistas, sobre todo la paja proveniente del cereal. Ahora, gracias a nuestra tecnología, ofrecemos una solución y una utilidad que es buena para ellos y para la sociedad, ya que ofrecemos energía de forma limpia y de forma constante a la red eléctrica.
¿Esa tecnología puede ser aplicable a España con la actual legislación española? ¿Invertiría en España?
En la actualidad tenemos ya varias ofertas de clientes potenciales para instalar varias plantas energéticas para uso térmico industrial en España. Estamos trabajando en varias ofertas para clientes y ahora mismo la oportunidad en España pasa por el uso industrial a nivel térmico, no tanto a nivel eléctrico, porque la legislación no es favorable. La única oportunidad de negocio que hay en España es a nivel industrial.
¿Qué les diferencia tecnológicamente de sus competidores?
Básicamente, la diferencia reside en que gracias a nuestra tecnología somos capaces de generar un gas limpio de impurezas. En el proceso de gasificación generamos un gas de síntesis tan depurado que se puede usar en un motor de combustión interna de General Electric. Somos de las pocas compañías en el mundo que pueden hacer ese gas de tanta calidad.
Susana
21/10/2014