"Todos los indicadores climáticos dicen que se está acelerando el calentamiento del planeta y las regiones mediterráneas son las más vulnerables, no solo por su ubicación geográfica sino porque somos los países menos adaptados a sus consecuencias. Tenemos 11 años antes de que sea demasiado tarde, es el momento de actuar". Con estas palabras, Javier Andaluz, responsable de la campaña de clima de Ecologistas en Acción, ha explicado por qué más de 25 organizaciones se han unido para exigir a los futuros gobiernos locales, autonómicos, central y europeo que declaren el estado de emergencia climática y actúen en consecuencia.
"Ya son hechos evidentes que desde Greenpeace llevamos denunciando 40 años, y debemos impulsar a los políticos a que tomen medidas valientes", ha señalado por su parte Mario Rodríguez, director de esta organización ecologista, "esta nueva legislatura debe ser la de la emergencia climática. Esto significa que las decisiones políticas no deben estar al servicio de las eléctricas, del sector del automóvil o de las petroleras. Hay que sentar las bases para el cambio, y además, necesitamos que sea una transición justa para evitar que sufran los más débiles".
Es un llamamiento coordinado y promovido por la urgencia. Exige que las instituciones europeas y el Gobierno español, así como los gobiernos de las distintas comunidades autónomas y ayuntamientos coordinados con todos los grupos políticos, estén a la altura de las necesidades que exige el momento. Las organizaciones piden que en la nueva etapa política se declare, de manera inmediata, la emergencia climática y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo establecido por la ciencia y bajo criterios de justicia climática.
Evitar que la temperatura global se eleve por encima de 1,5 °C debe ser una prioridad de la humanidad. Es necesario reducir con carácter urgente las emisiones de CO2eq (equivalente de carbono), reajustando la huella ecológica a la biocapacidad del planeta.
"Hay que escuchar a los movimientos emergentes, profesores, jóvenes, colectivos sociales... es un grito de indignación que debe traducirse en medidas concretas a corto, medio y largo plazo", ha añadido el director de Greenpeace, "por el momento, esas medidas que podrían haberse recogido en los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC) de los países europeos dejan mucho que desear, todos suspenden, por lo que necesitamos medidas más exigentes".
Ante la responsabilidad que tiene España en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que solo representan el 0.7% del total, los responsables de Greenpeace y Ecologistas en Acción han recordado que España ya es la cuarta potencia en la Unión Europea lo que le confiere una responsabilidad mayor por su papel relevante en las negociaciones comerciales internacionales. "Tiene un rol clave en las exportaciones internacionales, no hay que olvidar que el movil que se consume en España se ha producido al otro lado del planeta y todo ello conlleva unas emisiones de CO2 que no se computa al país de destino", ha advertido Javier Andaluz.
"Es nuestro futuro lo que se roba. No vamos a parar la revolución climática y todos los viernes seguiremos saliendo a la calle hasta que los políticos tomen medidas", ha explicado la joven del movimiento juvenil Fridays for Future, "nos estamos jugado la supervivencia de las especies del planeta".
"Desde el colectivo de los docentes, vamos a incorporar 365 medidas por cada profesor y cada aula para que la concienciación se vaya extendiendo", ha puntualizado la representante del movimiento educativo.
"Nos une el límite del IPCC que alerta de no superar 1,5ºC a temperatura media del planeta", ha concluido el responsable de Ecologistas en Acción, "y necesitamos que estemos todos unidos para que el éxito sea total y pueda marcar la agenda social, económica, industrial, etc."
El planeta, así como los seres vivos y los ecosistemas, se encuentran en grave peligro, prueba de ello son los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES y sobre el calentamiento global de 1,5 ºC del IPCC, que alertan de un rumbo que lleva a la extinción de una gran parte de los ecosistemas terrestres. Un millón de especies están en amenazadas por la actividad humana. También se está al borde de un punto de no retorno frente al cambio climático. No responder ante la crisis ecológica y civilizatoria supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra, dadas las complejas interrelaciones ecosistémicas.
Lograr estos objetivos, según el manifiesto de emergencia climática, requiere de
- Verdad. Que los gobiernos digan la verdad acerca de lo urgente que es nuestra situación actual, asumiendo que el primer paso para solucionar un problema es admitir el diagnóstico de la comunidad científica. Los medios de comunicación tienen un papel fundamental para transmitir esa realidad.
- Compromiso. Declarar la emergencia climática es, sin duda, insuficiente, por lo que debe venir acompañada de compromisos políticos reales y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis. Garantizar reducciones de gases de efecto invernadero anuales superiores al 7%, así como detener la pérdida de la biodiversidad son la única respuesta posible para evitar un colapso de todos los sistemas naturales, incluido el humano.
- Acción. Abandonar los combustibles fósiles, apostar por una energía 100% renovable y reducir a cero las emisiones netas de carbono lo antes posible de manera urgente y prioritaria, en línea con las indicaciones del informe del IPCC para limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 ºC. Demandamos que los gobiernos analicen cómo lograr este objetivo y propongan los planes de actuación necesarios: frenen nuevas infraestructuras fósiles (centrales, exploraciones, grandes puertos, etc.; reducción de los niveles de consumo y del transporte; cambio de modelo energético; reorganización del sistema de producción; educación, además de otras medidas contundentes. Todo esto debe quedar reflejado en la Ley de Cambio Climático y Transición energética y en el Plan Nacional Integrado de Clima y Energía.
- Democracia. La justicia y la democracia deben ser pilares fundamentales de todas las medidas que se apliquen, por lo que han de crearse los mecanismos adecuados de participación y control por parte de la ciudadanía para abordar las cuestiones sociales difíciles y para formar parte activa de la solución mediante la democratización de los sistemas energéticos, alimentarios, de transporte, etc. En estos procesos se debe garantizar la igualdad de género en la toma de decisiones.
- **Adoptar medidas urgentes **para frenar la extinción masiva de especies y para acabar con la pérdida de biodiversidad, la especulación financiera de la naturaleza, el extractivismo insostenible y la desmedida mercantilización de las materias primas y los comunes. Estamos deforestando los bosques, destruyendo los deltas, las marismas, los arrecifes de coral, los manglares, contaminando los océanos, los ríos, agotando los acuíferos. Nuestra supervivencia depende de estos ecosistemas que son la esperanza y la salvación para toda la vida en nuestro planeta.
- Realizar un giro de 180 grados en las políticas comerciales internacionales, acabando con la firma de tratados de comercio e inversión que ahondan la problemática del aumento de gases de efecto invernadero vía incremento del transporte marítimo interoceánico, así como de la aviación civil, que dificultan la lucha contra el cambio climático a través de las cláusulas de protección de inversiones (ISDS). Las medidas de mercado no pueden sustituir la adecuada planificación de la transición ecológica.
- Los países empobrecidos son los menos responsables de la degradación planetaria, sin embargo, son a su vez los países más vulnerables a las consecuencias de esta ruptura de los límites. Los países más enriquecidos son quienes acumulan una mayor deuda ambiental, por ello y atendiendo a los criterios de justicia climática, deberán ser países como los europeos los que deban adquirir unos compromisos mayores. Se hace necesario revertir el hecho de que el 20% de la población mundial absorbe el 80% de los recursos naturales.
**Colectivos y organizaciones adheridas **
- 2020 Rebelión por el clima
- Amigos de la Tierra
- Asociación Despierta
- CGT
- Climate Reality Project
- Contra el diluvio
- Ecologistas en Acción
- Entrepueblos
- Extinction Rebellion Spain
- Foro transiciones
- FRAVM
- Fridays For Future
- Fundación Vida Sostenible.
- Greenpeace
- InspirAction
- La Transicionera (Sevilla)
- Madres por el clima
- Attac
- Observatorio de la sostenibilidad
- Plataforma por un Nuevo Modelo Energético
- Red Ecofeminista
- SEO Birdlife
- Sustenta
- Teachers for future Spain
- Unión Sindical Obrera (USO)
- WWF España
JELorenzo
23/05/2019