La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha dado un paso más hacia la regulación de las emisiones de gases como el CO2 por parte de la aviación, al determinar que "contribuyen al cambio climático, poniendo en peligro la salud pública y el medio ambiente".
En un comunicado, EPA señaló que ha finalizado su valoración científica de las emisiones de gases con efecto invernadero y ha identificado que "determinados tipos de motores contribuyen a la contaminación que causa el cambio climático y pone en peligro la salud y el medioambiente".
La agencia no indicó cuándo impondrá estándares, pero añadió que prevé que la **Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) adopte en marzo de 2017 el acuerdo alcanzado a principios de este año sobre emisiones de dióxido de carbono en la aviación. **EPA explicó que establecerá "estándares que serán al menos a demandantes como los de la OACI".
El estudio del regulador, dado a conocer, confirmó que los motores utilizados en grandes reactores comerciales emiten dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno, hidrofluorocarburos, perfluorocarburos y hexafluoruro de azufre. Todos estos compuestos "contribuyen a la contaminación de gases con efecto invernadero", según EPA.
La directora en funciones de Aire y Radiación de EPA, Janet McCabe, afirmó, tras la publicación de los resultados, que "responder a la contaminación de los aviones es un elemento importante de los esfuerzos de EE.UU. contra el cambio climático".
"Los aviones son el tercer mayor contribuyente a las emisiones de gases con efecto invernadero en el sector del transporte de Estados Unidos y se espera que estas emisiones aumenten en el futuro", añadió McCabe.
La aviación es responsable de un 12 % de las emisiones de gases con efecto invernadero del sector estadounidense del transporte, y del 29 % de todas las emisiones del sector en el mundo.
En febrero de este año, OACI, el organismo de la ONU encargado de regular el mundo de la aviación, llegó a un acuerdo para establecer un estándar de reducciones de emisiones de dióxido de carbono.
El acuerdo también establece el cese de producción en 2028 de todas las aeronaves que no cumplen los estándares.
Se calcula que el pacto reducirá las emisiones de carbono en más de 650 millones de toneladas entre 2020 y 2040, el equivalente a retirar más de 140 millones de vehículos de la carretera durante un año.
Las normas tendrán especial impacto en los aviones de mayor tamaño, dado que los aparatos que pesan más de 60 toneladas son responsables del 90 % de las emisiones de la aviación internacional.
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