El Gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, mantuvo este jueves una reunión "constructiva" con las siete mayores petroleras del país, a las que instó a incrementar la producción para bajar los precios de la gasolina que están en máximos históricos, aunque no se llegó a acuerdos concretos.
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El encuentro se produjo este jueves por la mañana entre los consejeros ejecutivos y presidentes de las petroleras y la secretaria estadounidense de Energía, Jennifer Granholm, informó en su rueda de prensa diaria la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre**.
"Hubo -dijo la portavoz- un diálogo productivo enfocado en crear oportunidades para que la industria trabaje con el gobierno para ayudar a brindar el alivio necesario a los consumidores estadounidenses".
El pulso entre las petroleras y EEUU
Sin embargo, no hubo ningún gran anuncio como resultado de la cita, que fue un "primer paso" en un proceso de "múltiples pasos" que llevará tiempo, explicó Jean-Pierre.
Biden ha estado en las últimas semanas aumentando la presión sobre las petroleras, a las que acusa de estar manteniendo la producción baja mientras la demanda se mantiene y los precios aumentan, llegando a cifras nunca vistas y perjudicando a los consumidores estadounidenses.
El precio medio de un galón de gasolina (3,78 litros) en EEUU ronda desde hace días los 5 dólares, un récord histórico y que se da cuando el país vive la inflación más elevada en cuarenta años.
Por su parte, la asociación de productores de combustible y productos petroquímicos de Estados Unidos (AFPM) dijo este jueves en un comunicado que la subida de precios es resultado de una serie de "causas complejas", como la guerra en Ucrania y el parón económico de la pandemia, que redujo la demanda por petróleo.
Las inversiones
No obstante, aseguró que las petroleras están dispuestas a trabajar con la clase política para avanzar en la recuperación económica y salvaguardar la seguridad nacional de Estados Unidos.
El encuentro con Granholm, afirmaron, debería enviar una "señal positiva al mercado" que muestre que "Estados Unidos está comprometido con inversiones a largo plazo" para fortalecer la industria petrolera del país, algo que sin embargo Biden no se ha comprometido a hacer.
Biden, de hecho, llegó a la Casa Blanca con la promesa de avanzar en la transición a energías renovables, lo que provocó el rechazo de las empresas de combustibles fósiles.
El presidente anunció este mismo jueves su apoyo a una alianza de 11 gobernadores de la costa este de EEUU para promocionar la instalaciones de parques eólicos fuera de las costas del país.
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