En 2014, E.ON registró un Ebitda de 8.300 millones de euros, lo que representa una caída del 9,8% respecto al ejercicio anterior cuando obtuvo 9.200 millones de euros. El beneficio neto subyacente ha sido de 1.600 millones de euros, un 23% menos que los 2.100 millones de euros registrados un año antes. Además, la eléctrica germana consiguió un flujo de efectivo de explotación de operaciones continuas de 6.300 millones de euros, aproximadamente similar al dato de 2013. Todas las cifras se sitúan en la banda prevista, asegura la compañía en un comunicado.
El comportamiento de los beneficios refleja las constantes dificultades en los mercados energéticos de Alemania y Europa, así como los efectos de la conversión de divisas y cambios en la cartera. En cuanto a los costes, en el ejercicio 2014 la compañía ya había logrado su objetivo de reducir los costes controlables anuales de acuerdo con su programa E.ON 2.0, que se lanzó en 2011 y continúa hasta el final de este año. Los cargos por deterioro, la mayor parte de los cuales ya se habían anunciado en diciembre, condujeron a una pérdida neta atribuible a los accionistas de 3.200 millones de euros. Los cargos se registraron principalmente en el negocio de generación de E.ON en Reino Unido, Suecia e Italia.
Además, en la junta anual el 7 de mayo, la dirección propondrá un dividendo de 50 céntimos por acción, que corresponde a una distribución total de dividendo de unos 1.000 millones de euros y a un ratio de distribución del 60% del beneficio neto subyacente.
Bien en renovables
Los negocios eólico y solar del segmento de Renovables tuvieron un comportamiento especialmente bueno (+20%). Las primeras turbinas de los dos parques eólicos nuevos de E.ON en el Mar del Norte, Humber Gateway y Amrumbank West, han empezado a producir electricidad. Cuando estén plenamente operativos, los dos parques eólicos tendrán una capacidad conjunta de 500 megavatios.
El segmento de Generación se benefició principalmente del efecto especial en Alemania e Italia. Como se preveía, el Ebitda fue más bajo en los segmentos de Alemania, Otros Países de la UE, y Materias Primas Globales. En Alemania, Hungría y la República Checa, las desinversiones realizadas en 2013 adquirieron plena efectiv-dad en el ejercicio 2014. Algunos efectos de conversión de divisas (principalmente en Suecia y Rusia) y el nuevo período de regulación para el negocio de la red eléctrica alemana (que comenzó en 2014) tuvieron asimismo un efecto negativo en los beneficios.
"Teniendo en cuenta la continua dificultad del entorno de mercado en muchos países, en general estamos satisfechos con nuestros resultados de 2014, especialmente porque logramos unas reducciones duraderas de costes en toda nuestra empresa y realizamos una serie de ventas exitosas. Nuestro flujo de efectivo de explotación permaneció estable en un nivel elevado. Pero también es cierto que los precios extremadamente bajos del petróleo, variaciones adversas de los tipos de cambio, así como una nueva caída de los precios de la electricidad, están teniendo un efecto significativo en nuestro negocio. Por consiguiente, nuestras previsiones para el ejercicio actual son prudentes. En especial, creemos que los beneficios de nuestros negocios de electricidad y E&P experimentarán descensos. Esperamos que el Ebitda de E.ON en el ejercicio 2015 se sitúe entre 7.000 y 7.600 millones de euros, y el beneficio neto subyacente entre 1.400 y 1.800 millones de euros. Tenemos la intención de invertir en crecimiento rentable este año, así como de realizar inversiones selectivas para dar respaldo a nuestra nueva estrategia", ha señalado Klaus Schäfer, CFO de la compañía.
La renovación estratégica será el tema dominante de E.ON en 2015. Más adelante, E.ON se centrará enteramente en renovables, redes de distribución y soluciones para clientes. Para 2016, tiene intención de combinar sus demás actividades –generación eléctrica convencional, incluyendo hidroeléctrica y sus operaciones en Rusia, trading global de energía, y producción de petróleo y gas– en una nueva empresa independiente, con un nuevo nombre.
El CEO de la compañía, Johannes Teyssen afirma que "el nuevo mundo energético se verá impulsado principalmente por los deseos del cliente, la innovación técnica y la digitalización. En este sentido, vemos una gran cantidad de oportunidades en los productos y servicios que estamos desarrollando para y junto a nuestros clientes. La creciente confianza de los usuarios en nuestra compañía indica que vamos por buen camino. El año pasado, añadimos 60.000 clientes nuevos solo en Alemania"
Teyssen resalta que, junto al nuevo mercado energético, el mundo de la energía convencional continuará siendo indispensable durante los próximos decenios. "Los activos a gran escala para suministrar electricidad y gas continuarán siendo esenciales en el futuro si los países quieren que su base industrial siga siendo viable. A partir de 2016, nuestra Nueva Empresa desempeñará un papel fundamental, garantizando la seguridad del suministro. Con la organización futura, las dos compañías ofrecerán soluciones personalizadas a sus respectivos grupos objetivos de clientes y se basarán en modelos de negocio que atraigan los intereses de inversores diferentes. 2015 marcará la transición a un nuevo capítulo para E.ON. Considerando la situación del mercado y de la regulación, el rendimiento de E.ON en 2014 fue bastante bueno en conjunto. Pero queremos lograr más. Por eso estamos adoptando un enfoque proactivo y sentando las bases para que E.ON aproveche las muchas oportunidades del nuevo mundo energético y para que la nueva compañía juegue un papel esencial en el área de la energía convencional. Se están haciendo grandes progresos con los preparativos. Tenemos intención de anunciar detalles sobre las dos compañías en el segundo trimestre", ha asegurado
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