El precio de los contratos de futuros de carbón térmico más cotizados en la Bolsa de Futuros de Recursos de Zhengzhou alcanzaron su máximo histórico ante las graves inundaciones en una importante región productora y la crisis de suministro que ha causado cortes de energía en partes de China.
Al final de la sesión de ayer, cada tonelada métrica de los contratos ZC201 se situaba en los 1.408 yuanes (218 dólares, 189 euros), un 11,58 % más que al cierre del viernes.
Esto supone una subida de más del doble (+114 %) con respecto a los precios de principios de año.
En un reciente artículo, el diario privado hongkonés South China Morning Post explicó que las limitaciones a las subidas del precio de la luz han supuesto que las compañías energéticas hayan visto mermadas sus cuentas, lo que se une a un aumento de la demanda superior a la capacidad de producción de carbón, materia con la que se sigue produciendo casi un 70 % de la electricidad del país.
Según la consultora Macquarie, la producción de carbón aumentó un 4 % interanual entre enero y agosto, mientras que la de electricidad subió un 11 %, especialmente debido a la demanda del sector industrial.
La recuperación poscoronavirus de la economía china se tradujo, en el citado período, en un aumento del 13,5 % interanual de la demanda de electricidad.
En los últimos días, las inundaciones en dos de las tres principales provincias productoras de carbón del país -Shanxi y Shaanxi- han supuesto más problemas para la producción, con Shanxi llegando a cerrar temporalmente unas 60 minas hulleras, aunque la mayoría ya han vuelto a operar con normalidad, según las autoridades.
A esto se suman los planes de Pekín de reducir su huella de carbono -se propuso alcanzar su pico en 2030 y la neutralidad en 2060-, mientras que importantes provincias industriales como Cantón (sureste) siguen incumpliendo con las metas marcadas por el Gobierno para la reducción del uso de energía y de las emisiones.
La presión de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD, principal órgano de planificación económica del país) ha supuesto que al menos 20 de las 31 provincias del país hayan decidido racionar el uso de electricidad, apunta South China Morning Post.
Las consecuencias se han notado especialmente en regiones nororientales como Liaoning y Jilin, donde se han registrado apagones desde mediados de septiembre tras limitarse el suministro a los hogares.
Los sectores más afectados incluyen la producción de acero, aluminio o cemento, pero también incluyen a los trituradores de soja o a la industria textil.
Las autoridades nacionales ya han tomado medidas para tratar de garantizar el suministro de cara al invierno, con órdenes a los bancos para priorizar la concesión de préstamos a minas y compañías eléctricas y la CNRD reclamando impulsar tanto la producción como el transporte de carbón, aunque al mismo tiempo indicó que no planea hacer cambios a sus metas de reducción de consumo de energía.
De cara al futuro, el rotativo hongkonés cita a analistas que pronostican que el racionamiento energético continuará hasta al menos la próxima primavera y que el Gobierno preferiría pasar el aumento de los costes a los usuarios finales para tratar de aliviar la presión a productoras y eléctricas.
Mientras tanto, en el marco de una crisis de suministro que se extiende a nivel internacional, China ha continuado aumentando sus importaciones de carbón desde países africanos, Indonesia o Kazajistán.
Asimismo, la prensa australiana asegura que China ha vuelto a permitir la llegada de envíos de carbón desde la nación insular, restringidos de manera extraoficial desde marzo de 2020 ante la crisis diplomática entre Pekín y Canberra.
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