Dicen los expertos que con la crisis económica salen muchas oportunidades, pero también dicen que los pillos salen de las cloacas para campar a sus anchas. Y más sobre todo si la ley hace la trampa. Algo que suele ser habitual.
Y esto es lo que sucede en el sector de los hidrocarburos. Tanto la Guardia Civil como la Agencia Tributaria han llevado a cabo en los últimos años varias operaciones contra el fraude masivo en la venta de gasolinas. Más de 300 millones defraudados a la Hacienda Pública y a los consumidores.
La última de ellas, una operación de la Agencia Tributaria en la que ha desarticulado una organización dedicada al fraude en el IVA en los sectores de comercialización de productos petrolíferos, que habría defraudado más de 24 millones de euros.
En el marco de la operación, denominada ‘El Dorado’, y derivada de diligencias previas del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, el pasado 7 de noviembre se desarrollaron un total de 14 entradas y registros en Galicia, Barcelona y Madrid y se procedió a la detención de dos personas de la trama en la capital catalana.
Según la Agencia Tributaria, el fraude en el ámbito de los hidrocarburos se concretaba mediante la apropiación de las cuotas de IVA que las sociedades de la organización deberían ingresar por sus ventas de hidrocarburos a las gasolineras.
Las entidades que operan en este sector tienen que ingresar importantes cantidades de IVA, ya que, al adquirir el carburante en un depósito fiscal (mayorista de hidrocarburos), no soportan el impuesto indirecto y, posteriormente, venden el carburante a estaciones de servicio repercutiendo el IVA. A partir de ese momento, los vendedores deben ingresar ese IVA casi en su totalidad. Sin embargo, las sociedades de la trama no hacían el ingreso y habían acumulado una deuda de más de 8 millones de euros.
Mediante esta mecánica de apropiación de las cuotas de IVA, la organización no sólo defraudaba a la Hacienda Pública, sino que ejercía una competencia desleal en el sector, dado que ello le permitía vender el producto a los minoristas a unos precios inferiores a los que ofrecen los operadores que sí cumplen la obligación de ingresar a la Hacienda Pública el impuesto repercutido a sus clientes.
Algo parecido sucedió el pasado mes de junio. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Delegación Especial de Andalucía de la AEAT, en coordinación con la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), detuvieron a nueve personas como integrantes de una organización criminal dedicada al fraude masivo de IVA y al blanqueo de capitales, dentro de la operación denominada “Reata”.
Además del fraude del IVA, en los últimos años también se han llevado a cabo fraudes en los combustibles, es decir, adulteraciones de las gasolinas. Es el caso por ejemplo que se dio en la Operación Nehar en 2014.
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria desarticularon una gran red nacional dedicada a comercializar gasóleo de automoción (tipo ‘A’) adulterado. Aprovechando la diferencia de tipos impositivos entre el producto que adquiría y el que vendía a gasolineras y transportistas, la red llegó a defraudar más de 5,5 millones de euros a la Hacienda Pública por el Impuesto Especial de Hidrocarburos, a lo que se sumaría la defraudación por determinar en el IVA y otros impuestos.
¿Por qué?