El Consejo de Ministros aprobará este martes la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad hasta 2026, que, con unas inversiones previstas de 6.964 millones de euros en diferentes actuaciones -1.500 de ellos para los enlaces submarinos no peninsulares, prevé generar unos 80.000 empleos hasta esa fecha.
Según han indicado a Efe fuentes gubernamentales, el Gobierno dará luz verde en su reunión de hoy a esta planificación de inversiones en la red eléctrica, que -según indicó la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, cuando la presentó en el Congreso de los Diputados- permitirá un ahorro de costes al sistema eléctrico superior a los 1.600 millones anuales.
La nueva planificación está enfocada a conseguir la máxima penetración de renovables, e incluye los primeros desarrollos para la futura incorporación del hidrógeno verde y de instalaciones de eólica marina.
Esta planificación, de carácter vinculante, define las infraestructuras de la red de transporte de electricidad de los próximos años y se ha buscado maximizar la utilización de la red eléctrica existente, renovando y ampliando su capacidad, y utilizando nuevas tecnologías, como baterías o compensadores síncronos, presentes por vez primera en la planificación.
Se podrán conectar 37.000 megavatios (MW) de nuevas instalaciones renovables y sólo el 13 % requerirá nuevas subestaciones para conectarse.
Gracias a ello, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico bajarán hasta los 17 millones de toneladas de CO2 en 2026 (un tercio del nivel de 2019) y la penetración de las renovables alcanzará el 67 % ese mismo año, de acuerdo con lo contemplado en la senda del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé una penetración del 74 % en 2030.
Las mejoras de redes ya existentes beneficiarán a 8.000 kilómetros de red, a los que se sumarán 2.700 kilómetros de nuevas líneas y 700 kilómetros de interconexiones submarinas.
Según el análisis coste-beneficio que se ha hecho, la planificación supone una inversión total de 6.964 millones en infraestructuras con una media de 40 años de vida útil, que, una vez en servicio, permitirán un ahorro de costes al sistema eléctrico superior a los 1.600 millones anuales.
Desde el punto de vista macroeconómico, cada 10 millones de inversión generarán 15 millones de actividad industrial e incrementará seis millones el PIB.
UN 18 % DE LA INVERSIÓN SERÁ PARA INTERCONEXIONES
Las interconexiones con otros países recibirán cerca del 18 % de la inversión, unos 1.500 millones, y corresponden al proyecto submarino con Francia por el Golfo de Vizcaya, al enlace con Portugal por Galicia, a una tercera conexión con Marruecos y a una nueva conexión con Andorra.
La mayor partida inversora, el 27 % del total, con casi 1.900 millones, se destinará a la integración de renovables y a mitigar las limitaciones de la red de transporte que impedirían el aprovechamiento de las energías limpias.
Otros 1.550 millones se destinarán a garantizar la seguridad, calidad y fiabilidad del suministro, incluyendo refuerzos para el apoyo a la red de distribución o la alimentación de líneas ferroviarias.
Asimismo, se invertirán 1.500 millones de euros en los enlaces no peninsulares (todos ellos submarinos) en las islas Baleares, Canarias y Ceuta.
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