La fábrica de nacelles que la eólica danesa Vestas tiene en Villadangos del Páramos (León) todavía podría tener una última posibilidad de salvarse del cierre definitivo. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reúne en la sede del ministerio con representantes de la empresa para tratar el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por esta empresa para su plantilla. También estará el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raúl Blanco.
Después de las duras declaraciones realizadas por su homónima de Industria, la vallisoletana Reyes Maroto, en la carta conjunta que ha enviado a la dirección de Dinamarca, en donde dice que "el cierre es una medida injusta, irresponsable y abusiva" y trasladan su "absoluto rechazo sobre el fondo y las formas de una decisión industrial que consideramos tremendamente desacertada", le toca el turno a Ribera.
"Lo que ha pasado con esta fábrica ya se sabía desde junio, cuando comenzó a complicarse la situación", explican a este diario fuentes internas de la compañía, "el volumen de producción disminuyó y la plantilla lo sabía, estaba informada en todo momento, siempre ha sido todo muy transparente, pero los trabajadores querían a toda costa que se les garantizara el trabajo pese a que sabían que no había trabajo".
En julio, la compañía anunciaba que dos de las líneas de producción se llevaban a China y una tercera dejaba de producir porque el modelo que fabricaba se había quedado obsoleto, "y el objetivo era entonces quedarse solo con el de 4 MW".
La conflictividad laboral llegó a su punto álgido con las concentraciones, la huelga indefinida y el encierro de un número de trabajadores y "Vestas presentó hasta ocho diferentes propuestas porque a partir de 2019 ya se preveía la reducción de la plantilla y querían buscar alternativas a esa salida", añaden las fuentes.
En agosto, la fábrica se ha cerrado por vacaciones, pero no hay mucha diferencia al mes de julio, "porque con la huelga indefinida ha estado paralizada y es a mediado de este mes cuando se reúnen en Dinamarca para hacer números, y no salen, los costes de la eólica están cayendo por lo que no se puede asegurar su rentabilidad en 2019".
El anuncio del cierre de la central (27 de agosto) coincide justo un día antes de la reunión con la ministra Reyes Maroto y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que critican duramente la decisión y que no hayan dejado espacio ni a la negociación. "A raíz de las declaraciones de la ministra, la prensa empezó a decir que Vestas había decidido cerrar justo cuando se acaban las subvenciones dadas por Castilla y León, pero todo ese cobro ha sido legal", apuntan las fuentes, "no hay demanda suficiente en Europa para lo que se fabrica en León y en otra fábrica similar que hay en Dinamarca, son los números los que hablan".
Ahora le toca el turno al Gobierno. "Es una comarca minera que se enfrenta al cierre de una central térmica, la de Anllares, al cierre de las minas de carbón y ahora de esta fábrica, que supondrá la pérdida de unos 600 empleos directos y más de 2.000 indirectos", explican fuentes sindicales a este diario, "el cierre de esta fábrica es solo el principio, también se va a resentir la otra fábrica que tienen en Dinamarca, y le podría seguir los pasos la de palas de Daimiel (Ciudad Real), porque el futuro y las expectativas de crecimiento de Vestas está en Europa del norte y no en el sur".
Pero ¿qué opciones tiene el gobierno para presionar a la dirección de Vestas? "El enfado de ambos ministerios y de la Junta es enorme y van a hacer todo lo que está en sus manos para que, si la danesa decide finalmente echar el cierre, tenga graves consecuencias y se vea dañado su futuro en nuestro país" añaden fuentes cercanas al Gobierno, "una de las propuestas que se van a poner encima de la mesa es la de incentivar las repotenciaciones. España es el segundo país europeo por potencia eólica instalada y muchos de sus parques están llegando al final de su vida útil, pero también abrirán vías de negociación con Europa para que se conozca esta situación y su decisión de deslocalizar su producción en la provincia de León a países 'más competitivos' como China, India, Argentina".
Todavía queda una última reunión solicitada con el presidente del consejo de administración de la multinacional, Anders Runevad, pero fuentes internas de la compañía creen que "no servirá de nada si la decisión empresarial es firme".
Está complicado que el Gobierno de Pedro Sánchez haga recapacitar a Vestas, pero si lo consigue, será una medalla difícil de olvidar entre el electorado de la región y de los trabajadores de la industria renovable.
Mientras tanto, otras compañías del sector, como Siemens Gamesa, están echando el ojo para captar esos trabajadores especializados ahora que van a necesitar aumentar plantilla. También, según adelantó El Periódico de la Energía, la fábrica de palas de GE Ponferrada ha anunciado que está buscando contratar más de 200 personas, especialmente operarios del sector. Se trata de una fábrica que se encuentra a 95 kilómetros de la de la de Villadangos del Paramo de Vestas y que podría estar interesada en los trabajadores salientes de Vestas.
Según la patronal eólica, la entrada de nuevos parques renovables en España creará entre 25.000 y 30.000 nuevos empleos repartidos entre los directos y los indirectos, durante la fase de construcción de los parques eólicos.
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