El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un acuerdo por el que se aprueba la Declaración de Emergencia Climática y Ambiental de España, con la que el Gobierno se compromete a adoptar 30 líneas de acción prioritarias y cinco de ellas en los primeros cien días de Gobierno, para luchar contra el cambio climático.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha afirmado que la aprobación va en línea con lo aprobado en la Unión Europea en este sentido. De esta manera, Montero ha asegurado que el Gobierno sitúa al cambio climático y la transición justa como eje transversal impulsando políticas.
Así, ha señalado que el objetivo de esta declaración es lograr un proyecto de futuro común, más justo y equitativo, que aproveche las oportunidades de la transición ecológica mediante políticas públicas trasversales, que pongan al ciudadano en el centro.
Por su parte, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha explicado que esta decisión se ha tomado por una cuestión de "justicia climática".
"Es una declaración de compromiso de Gobierno, con una política transversal que afecta a todas las administraciones". "Queremos luz y taquígrafos en todas estas medidas"
Estas son las 30 medidas que va a tomar el Gobierno para frenar la emergencia climática que acaba de declarar: las cinco primeras serán en los primeros 100 días de Gobierno.
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Remitir al Parlamento el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que garantice la obligación de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050, sobre la base de un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de turismos y de vehículos comerciales con emisiones de 0gCO2/km, y un sistema agrario neutro en CO2 equivalente; así como de un sistema fiscal y presupuestario y un sistema financiero compatibles con la necesaria descarbonización de la economía y de la sociedad. En la que se dispondrán, integrando la perspectiva de género, medidas específicas que impulsen la creación de empleo de calidad, la mejora de la salud y calidad de vida de la ciudadanía.
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Definir la senda de descarbonización a largo plazo de nuestro país, de forma ordenada, que asegure el objetivo de neutralidad climática a más tardar en el año 2050, sobre la base del mejor conocimiento científico disponible y de manera coherente con los objetivos y medidas a 2030 recogidos en el PNIEC; tal como nos exige el Acuerdo de París y la normativa comunitaria.
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Invertir en un país más seguro y menos vulnerable frente a los impactos y los riesgos del cambio climático. Presentar el segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático incluyendo el sistema nacional de observación del clima y la elaboración de un menú de indicadores de impacto.
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Reforzar los mecanismos de participación ya existentes y garantizar de forma estructurada la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones en materia de cambio climático a través del establecimiento de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático, cuya composición tendrá en cuenta el principio de representación equilibrada entre mujeres y hombres e incluirá la participación de los jóvenes.
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Impulsar, apoyar y acompañar la transformación de nuestro modelo industrial y agrario, así como del sector servicios, de modo que favorezcan la sostenibilidad de las actividades económicas y el empleo de calidad, y que integren adecuadamente las externalidades ambientales, favorezcan la eficiencia y la innovación y la compatibilidad de sus estrategias de negocio con los límites ambientales. Todo ello, en el contexto de una transición justa con las personas trabajadoras y comarcas a través de Convenios de Transición Justa y de medidas de acompañamiento a las industrias.
Miguel
22/01/2020