Política energética

El Gobierno diseñará el Estatuto para la industria electrointensiva a imagen y semejanza del francés

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La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha revelado que el gobierno se plantea anticipar “aquellos elementos más urgentes” de la futura ley de cambio climático. Entre esos 'elementos urgentes' estaría la creación de un RD de Medidas Urgentes sobre cambio climático, pero también, según fuentes del sector industrial, otro para la creación de la figura del consumidor electrointensivo.

Esta urgencia de última hora tiene mucho que con lo ocurrido hace unas semanas con AlcoaCemex. De hecho, la ministra reconoce que se deberán explorar distintas herramientas para evitar encontrarse "con situaciones no previstas y desagradables" para las industrias en las que el consumo eléctrico supone una gran parte de sus costes. Su objetivo es responder a un sector que demanda un marco energético estable, predecible y competitivo, y además cuyos precios sean los más bajos posibles, visto lo visto.

Por su parte, la ministra de Industria, Reyes Maroto, también ha dicho que en ese Real Decreto se incluiría una modificación de la regulación de las subastas de interrumpibilidad, a las que denominó ayudas destinadas a combatir el coste de la energía dirigidas la industria electrointensiva, condicionándolas al mantenimiento del empleo, en una clara referencia a los conflictos laborales generados por los anuncios de cierre de plantas.

Pero, ¿en qué consistiría ese Estatuto para la Industria Electrointensiva? Ya avanzó Ribera en el Congreso que debía de reconocer las particularidades de este sector, igual que otros países de nuestro entorno, como Francia. Y precisamente será una copia de lo que ya existe en el país galo, según han confirmado fuentes del sector a nuestro diario.

Las empresas definidas como electrointensivas tienen varios dispositivos de ayudas en Francia que sirven para reducir sus facturas eléctricas. Debido a sus características, pueden reclamar una reducción en la TURPE (Tarifa por Uso de las Redes Públicas de Electricidad), una exención parcial o total de la CSPE (Contribución al Servicio Público de Electricidad), una compensación sobre el precio del carbono o participar en subastas de interrumpibilidad diseñadas por RTE (el operador del sistema francés).

El objetivo es garantizar el mantenimiento de la competitividad eléctrica de las empresas en relación con la competencia internacional. En resumen, lo que lleva predicando en el desierto la industria española durante años sin conseguir ningún avance. El presidente de UnesidBernardo Velázquez, lo volvió a repetir ayer, en la celebración de los 50 Años de la asociación: "el precio de la energía se ha convertido en un auténtico drama para la siderurgia española y para el resto de industrias electrointensivas".

En Francia, desde que en el año 2005 se aprobó el Código de la Energía y se incluyó en el artículo D. 351-1, existe un Estatuto para la industria electrointesiva en Francia. Para poder participar de estas beneficiosas condiciones, una empresa debe cumplir las siguientes condiciones:

• Tener durante al menos uno de los dos años anteriores de la solicitud, un consumo de electricidad de más de 2,5 kWh por euro de valor agregado;

• Llevar a cabo una actividad industrial perteneciente a un sector cuya intensidad comercial con terceros países sea superior al 4%. Esta intensidad se define como la relación entre el valor total de las exportaciones a terceros países más el valor de las importaciones con terceros países y el tamaño total del mercado dentro de la UE.

• Haber tenido un consumo anual de electricidad superior a 50 GWh.

Concretamente, Francia considera empresas electrointensivas a las que se encuentran principalmente en los sectores del papel, metalurgia, química y cemento. En 2015, estos sectores representaron el 58% del consumo industrial de electricidad, o lo que es lo mismo, 64 TWh2.

Reducción en la TURPE

En aplicación del Decreto No. 2016-141 del 11 de febrero de 2016, las empresas electrointensivas pueden reclamar una reducción de su TURPE según su tipo de consumo, y según sus cálculos, el coste estimado de esta reducción suponía unos 193 millones de euros por año entre los años 2017-2020.

Exención total o parcial de CSPE

El CSPE es un impuesto que históricamente tenía vocación para financiar el desarrollo de las energías renovables y la infraestructura de red eléctrica en todo el territorio francés pero ahora se realiza a través de la Cuenta de Asignación Especial para la "Transición Energética". Su tarifa normal se fija en 22,5 €/MWh.

Sin embargo, con el fin de limitar el impacto de este impuesto en la competitividad de las industrias francesas, el artículo 266 quinquies C del Código de Aduanas se establecieron varios esquemas de exención parciales y totales. Para las industrias que procesan productos minerales no metálicos, electrólisis o reducción química, o generan electricidad para consumir en la producción de los propios productos energéticos o de la producción, de toda o parte de la energía necesaria para su fabricación, están totalmente exentos.  También la electricidad utilizada en la producción de electricidad no está sujeta a este impuesto.

Pero con estas ayudas para reducir la factura eléctrica, Francia no se salta ni una norma comunitaria. La Unión Europea tiene una normativa, la Comunicación de la Comisión 2014/C 200/01 que incluye las Directrices sobre ayudas estatales en materia de protección del medio ambiente y energía 2014-2020 y en el apartado 3.7 permite a los Estados miembros reducir los impuestos para ciertos consumidores.

Las exenciones son posibles para las empresas que pertenecen a sectores altamente expuestos al comercio internacional y las electrointensivas, tal y como figuran en el Anexo III de la Comunicación. Entre estos sectores se encuentran la fabricación de cartón y papel, siderurgia o metalurgia. También se permite una reducción de impuestos para las empresas cuyo sector no se menciona en esta lista, pero puede justificar un índice de electrointensidad superior al 20%. El índice de intensidad eléctrica se calcula como la relación entre el valor agregado bruto de la empresa y sus costes de electricidad. Como la fecha límite para estas directrices es 2020, se volverán a debatir en 2019.

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2 comentarios

  • Dabama

    30/11/2018

    Vamos, lo de siempre: nos fijamos en la competencia de las grandes industrias pero no en el bolsillo de los ciudadanos (los cuales además tiene menos poder adquisitivo que el europeo medio).

    Sigamos financiando el aluminio, el papel, el cemento...
  • Andrés

    30/11/2018

    Pero en España ya existen todas esas medidas o equivalentes no? No acabo de ver cual es el cambio, actualmente que yo sepa:
    - Están prácticamente exentas de pagar peajes de acceso por lo que pagan la electricidad practicamente al precio de generación mayorista.
    - También existen los pagos por interrumpibilidad. Además entiendo que en Francia sea algo necesario pues no tienen tanta sobrecapacidad y dependen mucho de la nuclear pero en España con tanta sobrecapacidad de carbón y gas (que pagamos el resto cada mes en los peajes de acceso) sigo sin verles ningún sentido y no son más que subvenciones...
    - La compensación por emisiones de CO2 indirectas acaba de aprobarse...

    Personalmente, creo que sería mucho mejor poner aranceles por ejemplo sobre las toneladas de CO2 eq a los productos de fuera de la unión que subvencionarles la energía a los producidos aquí. Si algo tiene un impacto lo ideal es que este se refleje en el precio final del producto y no que entre de China o Arabia Saudí a precio de saldo con un impacto aún más grande que aquí. Y no veo nada estratégico en empresas que nos cuestan más en subvenciones que el dinero que cobran sus empleados (como se está viendo en el caso de Alcoa). Al final solo veo que con la excusa de mantener un puñado de empleos se desvía dinero público hacia grandes multinacionales para que engorden sus cuentas de beneficios. Aunque tampoco voy a decir que me sorprenda... :/

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