El nuevo Ministerio de Teresa Ribera quiere tender puentes de entendimiento con las empresas de transporte y distribución eléctrica y gasista. Según ha podido saber El Periódico de la Energía, después de un año convulso con el anterior Ejecutivo por el recorte que preparaba el anterior ministro Álvaro Nadal a la retribución del sector, las aguas han vuelto a su cauce tras conocerse que se queda en un cajón. El borrador que preveía introducir **ajustes en los costes regulados del sistema energético, **especialmente centrados en la retribución de la actividad de distribución y transporte de gas, dormirá el sueño de los justos.
Un recorte que justificaba el anterior ministro porque la CNMC presentó un informe en el que recomendaba corregir diversos errores que incrementaban de manera no justificada la retribución de las empresas que realizan la actividad de distribución o transporte de electricidad y gas.
La decisión beneficia a las principales compañías del sector y a REE, que cuando se anunció el recorte el pasado invierno sufrieron un fuerte varapalo en bolsa, precedido por otro derrumbe bursátil tras un informe del banco estadounidense Goldman Sachs en el que se advertía de esos recortes que se avecinaban y, por tanto, en la rentabilidad del sector eléctrico español para la revisión del periodo 2020-2025.
Las mismas fuentes han señalado que ahora la prioridad del Gobierno es solucionar la pugna entre regulador y el anterior Gobierno por las competencias para fijar, entre otros aspectos, la cuantía y el reparto de los peajes eléctricos. En los últimosaños, Nadal le quitó a la CNMC la potestad de fijar su metodología y los precios de estos peajes que hasta la fecha había sido del organismo presidido por Marín Quemada.
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha corroborado esta buena relación con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Durante su intervención en la presentación del libro "Desafíos del sector energético: un enfoque sectorial" de FUNSEAM (Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental) no ha escondido su satisfacción con el plan de transición energética esbozado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, del que ha dicho que es "muy coherente" con los objetivos establecidos por la UE.
De hecho, ya ha mantenido una primera reunión con la ministra, así como con el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, "con el que ha habido mucha sintonía", y con el que ha empezado a hablar con más concreción de iniciativas sobre el gas en la transición energética. Esto podría suponer la tan esperada luz verde para la interconexión gasista del MidCat, una de las eternas asignaturas pendientes que para el sector arrastra España como país periférico.
También ha explicado que Enagás en esta etapa de transición energética está poniendo entre sus objetivos en el desarrollo de las renovables no eléctricas, como los biometanos o el gas natural licuado para grandes buques, unas cuestiones que hace cuatro años eran "temas de I+D pura", y que también "el secretario de Estado ha considerado necesario impulsar".
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