1 comentario publicado El Gobierno ha sacado a concurso público la nueva concesión para la explotación del aprovechamiento hidroeléctrico de La Riera, ubicada en el término municipal de Somiedo, Asturias. Esta central hidroeléctrica, que estuvo operativa durante 60 años bajo la gestión de Hidrocantábrico y posteriormente EDP, se prepara para una nueva etapa de generación de energía tras la extinción de la concesión en 2020.
En 2020, finalizó la concesión de 60 años que tenía EDP, la cual adquirió la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico, para aprovechar las aguas del río Somiedo y del arroyo Las Morteras. Esto llevó a una reversión gratuita de la central de La Riera a la Administración General del Estado. Con un salto bruto aproximado de unos 125 metros y una potencia útil actual de 7.824 kW, el aprovechamiento ha tenido en los últimos años una producción media anual de 32.000 MWh.
El proceso de generación de energía en La Riera implica la derivación de agua desde la toma de la presa en el río Somiedo, conduciéndola hasta la presa del río Saliencia mediante una tubería subterránea. Desde la presa del río Saliencia, el agua se dirige a la toma del canal de la central, sumergida dentro de la propia presa. A través de este canal, las aguas se conducen a la cámara de carga, donde se mezclan con las aguas derivadas en el arroyo Las Morteras.
Ahora, el futuro de La Riera reposa ahora en manos del próximo adjudicatario del concurso, quien deberá realizar la solicitud correspondiente para la concesión de aguas destinada a la explotación del aprovechamiento hidroeléctrico ante la Confederación Hidrológica del Cantábrico O.A. Los participantes en el concurso público tendrán que demostrar su capacidad de obrar y su solvencia técnica, económica y financiera, de acuerdo con lo establecido en las bases del concurso.
Hidroeléctrica de gestión pública
Mientras el Gobierno avanza en la reactivación de La Riera, se enfrenta a un revés en otro proyecto estrella, tal y como ya contamos en El Periódico de la Energía: la construcción de la Central Hidroeléctrica de Irueña en Salamanca. En el momento de la convocatoria llevada a cabo por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), ninguna empresa mostró interés en ella. Declarar desierto este proceso de selección evidenció un obstáculo en el camino del Gobierno hacia la gestión pública de la energía en dicha región.
El proyecto en Salamanca, con un presupuesto de algo más de 7 millones de euros, tenía como objetivo contar con una potencia instalada total de aproximadamente 4.500 kilovatios (kW) y una producción anual estimada de 16.300 megavatios hora (MWh) al año. Aunque el Gobierno había anunciado con entusiasmo la licitación urgente de este contrato, la ausencia de participantes dejó el proyecto solo en el papel.
La Asociación APPA Renovables ya expresó previamente preocupaciones sobre la legalidad del proyecto en Salamanca, anunciando su intención de personarse en el caso. A pesar de que el IDAE ya había adjudicado la redacción del proyecto a la empresa AIN Active, el proyecto continúa estancado, posponiendo temporalmente el objetivo del Gobierno de gestionar la central para 2025.
Estos desarrollos ilustran los desafíos en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles, destacando la importancia de la participación del sector privado y la necesidad de abordar las preocupaciones legales para lograr los objetivos de energía renovable a nivel nacional.
Verde Claro
26/12/2023