El Gobierno de Serbia ha aprobado el fin de las actividades de la única refinería del país, situada en Pancevo, cerca de Belgrado, ya que como resultado de las sanciones impuestas por EEUU a la empresa que la gestiona, NIS, de propiedad mayoritaria rusa, carece de crudo para procesar.
Así lo informó el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, en una rueda de prensa en la que advirtió de que el cierre de la refinería, que hasta ahora cubría cerca del 80% de la demanda nacional de combustibles, ocasionarán serios problemas económicos, si bien el país cuenta con reservas para cubrir satisfacer las necesidades energéticas del país hasta fines del próximo enero.
Las autoridades serbias han dado un permiso a los bancos para seguir efectuando transacciones de pago con NIS hasta el lunes próximo, para dar tiempo a que la compañía pueda saldar sus deudas con empleados y proveedores, a pesar de arriesgar con ello sanciones secundarias contra el sistema bancario del país.
“Hemos acordado hoy prolongar la posibilidad de transacciones hasta el lunes y arriesgar que nos pongan bajo sanciones también al Banco central y a los bancos comerciales”, anunció Vucic.
Explicó que esos bancos pueden ser sancionados por operar con NIS en cualquier momento, lo que supondría "una catástrofe para el funcionamiento de todo el sistema financiero de nuestro país”.
Las sanciones de EEUU
Recordó también que debido a sanciones de EEUU, el 13 de diciembre tampoco podrá seguir operando la compañía rusa Lukoil, que junto con NIS tiene en Serbia 439 del total de 1.529 gasolineras del país.
Según el mandatario, el cierre completo de la planta de Pancevo es inminente, ya que en el modo reducido en el que funciona actualmente está perdiendo unos 370.000 euros cada día.








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