El hidrógeno, en especial el denominado "verde", avanza con paso firme para convertirse en un protagonista del "mix energético" de las próximas décadas por su coste y su capacidad de aprovechamiento, aunque todavía deben resolverse cuestiones prácticas para su almacenamiento y transporte.
Así lo ha explicado a EFE Pedro Muñoz Velasco, doctor en Ingeniería Térmica, profesor de Energías Renovables en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y miembro del grupo de investigación de esta universidad denominado (InES), que trabaja en proyectos de industria, energía y sostenibilidad.
Actualmente se produce hidrógeno desde la hidrólisis del agua (separación de átomos de hidrógeno y oxígeno) hecha con diferentes fuentes de energía, desde el carbón (de lo que se obtiene el llamado hidrógeno negro), el gas ( gris) y las fuentes renovables, sobre todo placas solares (verde).
España ha buscado dar un salto cualitativo en este último con el proyecto de una conducción submarina para su transporte entre Barcelona y Marsella (Francia), con un presupuesto de más de 2.500 millones de euros.
Se trata de una gran infraestructura para posicionar a España en un campo, el del hidrógeno, en el que "se han hecho cosas y aunque en este país han tenido más protagonismo otras fuentes energéticas, esta es una señal de que se empieza a creer en el hidrógeno".
Pero para dar un avance "el reto, más que la energía en sí, son las infraestructuras que necesitamos para su almacenamiento y transporte" porque "no se pueden aprovechar las conducciones de gas natural, ya que su densidad es diferente y causa una mayor corrosión".
En parte por ese motivo, detalla, el hidrógeno no está más en el día a día, como una fuente energética más, aunque incluso hay modelos de coche que circulan con él.
Un vector energético
Sin embargo, Muñoz tiene claro que tampoco el objetivo es que el hidrógeno se convierta en la única fuente energética en el futuro, sino que "sea uno de los protagonistas del mix energético" en el que "se saque partido a sus ventajas" sobre todo "que se puede aprovechar por completo, se puede consumir todo lo que se almacena".
"Cuando ahora tenemos muchas horas de viento llega un momento que hay parar los molinos porque no se puede almacenar el excedente de producción y eso no pasa con el hidrógeno, que, además, no produce emisiones de CO2", en el caso del denominado "verde" en el que "España tiene una posición muy interesante, porque se obtiene principalmente gracias a la energía solar".
En cualquier caso, este experto incide en que el concepto energético importante es el "mix" y el "reducir la dependencia actual de los combustibles fósiles, que es del 80 por ciento", pero incide en que "el sentido común" supone que las energías verdes no servirán a corto plazo para cubrir toda la demanda en el mundo.
"Hay que imaginar una operación salida, con millones de coches en las carreteras, y pensar en la infraestructura que haría falta para que todos fueran eléctricos o de hidrógeno", detalla Muñoz, que cree que los combustibles fósiles "van a seguir siendo parte del futuro energético de los países" aunque "si queremos reducir la dependencia de ellos o volvemos a la leña o hay que potenciar el hidrógeno".
Marcar hitos hacia la descarbonización
Admite que "todos investigamos para avanzar" en la búsqueda de una energía limpia, barata e inagotable "pero además de obtenerla en un laboratorio" como recientemente han asegurado científicos de Estados Unidos "hay que conseguir la tecnología para llevar su uso a las casas y no solo en Occidente, hay que pensar también en una parte muy grande del mundo en África o Asia, por ejemplo".
Por eso asume que "pasarán décadas hasta que tengamos la tecnología para comercializar estos avances" y cree que "ni se va a acabar el petroleo por el hidrógeno, ni por la fusión nuclear".
No obstante, sí que avala el que se trabaje en el desarrollo de nuevas fuentes energéticas y en el objetivo de la descarbonizacion.
"Hay que marcarse hitos, hay que mover la ambición, que todos vayamos creando la sensación de que tenemos urgencia por cambiar el paradigma energético y para eso hay que cambiar muchas mentalidades y ser ambiciosos", considera.
Él equipara la idea de ir a la descarbonización a cómo avanzó el reciclaje en nuestra sociedad, desde el escepticismo inicial "que podían tener nuestros abuelos" a la situación actual "en la que ya hemos crecido reciclando, está interiorizado por todos".
"Por eso hay que marcarse hitos difíciles de conseguir" como las emisiones cero en Europa para 2050 "porque queremos dar pasos hacia eso", concluye Muñoz.
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