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El hidrógeno renovable quiere ser la pareja perfecta para la industria intensiva en España

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El hidrógeno renovable se presenta como la alternativa sostenible para la industria. Las empresas gasistas lo han puesto en el centro de su estrategia de futuro. No solo quiere sustituir a los combustibles fósiles en el transporte ligero y pesado (autobuses, mercancías por carretera, ferrocarril y marítimo), también se presenta como solución al almacenamiento a gran escala y a largo plazo, como ayuda a las redes de gas para que sean más ecológicas, como revalorización de residuos, para su uso en microrredes, en el sector doméstico o en Power to X.

Pero el hidrógeno  a quien hace ojitos es a la industria. Se postula como la mejor alternativa para descarbonizar uno de los sectores que más gases de efecto invernadero emite a la atmósfera.

Y es que, aunque la electricidad será el vector energético más utilizado en 2050 para cumplir con el objetivo de neutralidad comprometido por la UE, no podrá sustituir al gas natural en todos los procesos productivos. Y ahí entran en juego los gases renovables.

Las principales empresas del sector energético ya están trabajando en varios proyectos pilotos donde la materia prima es el 'hidrógeno verde' tanto para la industria como para el transporte, un hidrógeno generado mediante electrólisis gracias a la electricidad de energía procedente de fuentes renovables. Algunos de ellos se han dado a conocer durante la 'II Jornada Gas Renovable: Hidrógeno' organizada por Enerclub y Sedigas.

Uno es el Proyecto Power to Green Hydrogen, de Acciona. "Es el primer proyecto en el que inyectamos gas a la red, en concreto con energía fotovoltaica, para producir hidrógeno verde a través de electrólisis", explica Enrique Iriarte, director de proyectos de Innovación en Energía, "se desarrolla en Mallorca y el objetivo es suministrar combustible ecológico a la empresa municipal de transportes de la región e inyectar gas a la red".

En el proyecto participan también Enagás, Redexis, el Gobierno Balear y la empresa cementera CEMEX. "En la planta de CEMEX construiremos, en la primera fase, una planta de electrólisis de 2,5 MW para producir el hidrógeno".

La ejecución del proyecto permitirá en 2021 disponer de una hidrolinera para vehículos de movilidad sostenible, tanto de flotas públicas (a través de autobuses de la EMT) como privadas (rent a cars, vehículos de cortesía…) y a los hoteles de las bahías de Alcúdia y Pollença así como al polígono industrial de Inca.

https://elperiodicodelaenergia.com/cemex-enagas-redexis-y-acciona-construiran-una-planta-de-hidrogeno-en-mallorca-por-50-millones/

Entre 2020 y 2o22 se generará entre 70 y 80 TN/año de hidrógeno gracias a la planta fotovoltaica de 13,3 MW y la planta de electrólisis de 2,5 MW, lo que permitirá abastecerse a 5 autobuses. Pero en la segunda fase, la capacidad solar crecerá hasta los 16,4 MW y la planta será de 10 MW, y generarán más de TN/ año de H2, de las cuales el 70% será para usos distintos de movilidad y para abastecer a entre 20 y 25 autobuses municipales.

Otro de los proyectos es el IPCEI, Green Spider de Enagás, cuyo objetivo es que Asturias pueda convertirse en un punto estratégico para la exportación de hidrógeno verde hacia Europa. "A lo largo de este año ya estaremos inyectando hidrógeno en la red de gas natural", señala Jesús Manuel Gil, director de Innovación y Nuevas Energías de Enagás, "nuestra compañía se ha propuesto ser neutra en carbono en 2050, pero ya desde 2014 estamos reduciendo nuestra huella de CO2".

Los motivos de este proyecto es la eficiencia y la reducción de emisiones pero también que hay un proceso sostenido de transformación cultural en las personas y por tanto, el gas natural y los gases renovables deben tener un rol protagonista en el nuevo modelo energético.

"Cuando se habla de descarbonización, no todo es electrificación", continúa, "en 2019 el consumo de electricidad fue de 250 TWh/año mientas que de gas fue de 400 TWh/año, pasar de esos casi 700 TWh/año a electricidad es muy difícil: la industria de los procesos de refino, la petroquímica, la fertilizante... necesita un combustible como el gas natural, y ahí está el hidrógeno".

Es un proyecto industria considerado de carácter especial o estratégico para Europa y plantea construir una planta de electrólisis abastecida por renovables para producir hidrógeno y aprovechar la regasificadora de El Musel como almacén. El puerto gijonés se emplearía como punto de salida para el desarrollo de rutas de conexión entre el Sur y el Norte de Europa. Para ello, se propone instalar 200 MW de energías renovables (solar y eólica) para abastecer a una planta de electrólisis de 100 MW.

Naturgy presenta su proyecto de combustibles sintéticos (Cosin). Según asegura John Chamberlain, Senior Innovation Manager de la compañía, ya no es un proyecto piloto, sino "que está ya terminado con resultados reales". Se trata de una planta de metanización,  un sistema para producir gas renovable a partir de fangos de aguas residuales y que tiene el mismo uso que el gas natural, por lo que se puede utilizar para la calefacción, para producir electricidad o como combustible de vehículos.

Comenzó hace tres años en Cataluña, en la depuradora Riu-sec de Sabadell (Barcelona), y demuestra que se reducen los costes gracias a este proceso, aunque Chamberlain reconoce que el coste aún es demasiado alto, "por eso necesitamos una regulación que incentive esta tecnología y además permita la escalación de la producción".

Por último, está el Proyecto HIGGS (Hydrogen In Gas GridS: a systematic validation approach at various admixture levels into high pressure grids) de Redexis. Su objetivo es medir distintos porcentajes de mezcla entre el gas natural y el hidrógeno y cuánto soportan los materiales de los que están hechos los gasoductos en las redes de alta presión. "Si en EEUU llevan casi un siglo con las mezclas de gases para abastecer las ciudades en porcentajes incluso del 30 o el 60%, por qué no ver cómo reaccionan los gases renovables", dice Marcos López-Brea, subdirector de Hidrógeno de Redexis.

El proyecto cuenta con cinco socios más: Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón, Tecnalia, DVGW (Asociación alemana de gas y agua), HSR (Universidad de Ciencias Aplicadas de Rapperswil, Suiza) y ERIG (Instituto de Investigación Europeo para el gas y la innovación energética, con sede en Bélgica).

El proyecto HIGGS dispone de un presupuesto de 2 millones de euros que proceden de financiación europea a realizar en tres años. Para evaluar cómo se comporta la infraestructura de transporte en función de los distintos grados de mezcla de gas natural e hidrógeno, se simula diferentes condiciones de operación al variar el caudal, la composición y la calidad del gas. Además, se probará un sistema novedoso de separación de gases desarrollado en el marco del proyecto y basado en tecnología de membranas.

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