El hidrógeno verde será un actor fundamental en la transición energética, principalmente en la descarbonización del transporte y de la industria. En Europa ya se están dando pasos para impulsar su desarrollo, como la estrategia presentada por la Comisión Europea y el plan para desarrollar una infraestructura para el hidrógeno presentado por un grupo de compañías del sector del gas. Múltiples proyectos innovadores apuestan por el hidrógeno verde como la tecnología del futuro.
El transporte y la industria son dos de los sectores que generan la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Según el Avance de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero correspondientes al año 2019 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, estos sectores ocuparon el primer y segundo puesto en España del total de ese año en cuanto a emisiones, con un 29% y un 21% respectivamente, cuyo valor bruto se estima que fue de 313,5 millones de toneladas de CO~2~ equivalente.
Como se ha comentado anteriormente en AleaSoft, el hidrógeno verde será una vía eficaz para reducir las emisiones en estos sectores. En el caso del transporte, como combustible, fundamentalmente para el transporte pesado y de largas distancias, y en el caso de la industria, tanto en aquellas que usan hidrógeno, como las refinerías de petróleo o en la producción de muchos compuestos químicos, como para sustituir combustibles más contaminantes como el gas natural o el carbón en los procesos de generación de calor.
Recientemente en Europa se están dando pasos importantes que permitirán el desarrollo del hidrógeno en los próximos años. El pasado 8 de julio la Comisión Europea presentó su estrategia para impulsar el hidrógeno verde, es decir, el que se produce a partir de fuentes renovables, hasta 2050. La estrategia se divide en tres etapas. En la primera de ellas, la cual se enmarca entre los años 2020 y 2024, se pretende descarbonizar la producción de hidrógeno para usos actuales y potenciar nuevos usos. En la segunda etapa, entre los años 2024 y 2030, se quiere extender su uso a otros sectores industriales y al transporte de trenes y camiones. En la última fase, que cubre hasta 2050, el objetivo es desplegar el uso del hidrógeno a gran escala utilizándolo en sectores donde sea difícil la descarbonización.
Por otra parte, el pasado 17 de julio un grupo de compañías europeas de infraestructuras de gas, entre las que se encuentra el operador del sistema gasista español Enagás, presentó el European Hydrogen Backbone, un plan para desarrollar una infraestructura de transporte para el hidrógeno. Según la propuesta, dicha infraestructura se empezará a desplegar en los primeros años de la década actual y hacia el año 2040 ya se habrá extendido a lo largo del continente con una longitud de casi 23 000 km, de los cuales el 75% corresponderán a gasoductos de gas natural adaptados.
De forma paralela, son múltiples los proyectos innovadores que utilizan el hidrógeno precisamente porque lo consideran una de las tecnologías clave del futuro. Uno de ellos es Woven City, que Toyota construirá a los pies del Monte Fuji en Japón, la cual será un “laboratorio viviente” donde se podrán probar y desarrollar tecnologías como el hidrógeno, la movilidad autónoma y la robótica. El inicio de su construcción está previsto para el año 2021. Uno de los pilares del proyecto es la sostenibilidad. Para ello las construcciones son fundamentalmente de madera y tienen paneles solares. Además, se espera que el hidrógeno sea capaz de cubrir todas las necesidades de energía de la ciudad. El otro pilar, la Inteligencia Artificial, será usado para la movilidad autónoma y la robótica.
Craig
23/07/2020