Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han concluido que el impacto de la ciudad de Madrid en el cambio climático es "mucho mayor" que el que se contabiliza a través de su inventario de emisiones de gases de efecto invernadero.
Así lo indican los resultados obtenidos de la aplicación de una nueva metodología de cómputo de emisiones que integra todo el ciclo de vida de los bienes y servicios, ha informado la Universidad.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con la Universidad Federal de Bahía (Brasil), ha abordado los retos que supone adoptar una nueva metodología de cómputo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en las ciudades.
El nuevo sistema de contabilidad es más preciso ya que integra no solo las emisiones asociadas a la producción de los bienes y productos, sino también a su consumo. Los investigadores lo han aplicado a la ciudad de Madrid y los resultados preliminares muestran que las emisiones per cápita resultarían ser casi el doble que los datos que se manejan actualmente basados en el inventario tradicional de emisiones.
En opinión de Javier Pérez, investigador del grupo en Tecnologías Ambientales y Recursos Industriales de la UPM, "es necesario ir más allá, se han de generar y aplicar sistemas de contabilidad que integren producción y consumo".
En el caso de Madrid, como en la mayoría de las ciudades del mundo, históricamente se ha elaborado un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero tradicional, es decir, basado en las emisiones asociadas exclusivamente a sus actividades productivas.
Con el objetivo de mejorar la calidad de estos inventarios, en este nuevo trabajo de investigación se han analizado los retos a los que se enfrenta la ciudad de Madrid a la hora de implementar una metodología de cómputo basada en consumo, es decir, que estime también las emisiones asociadas a las cadenas de suministro y, con ello, obtener el impacto asociado al consumo final de esos bienes y productos.
Este análisis se ha llevado a cabo tomando como ejemplo la experiencia de Londres, una de las pocas ciudades que han desarrollado un procedimiento de implementación de este tipo de metodologías.
Según el inventario tradicional de emisiones, en el periodo 2010-2015 la emisión per cápita de los madrileños estuvo entre 3,5 y 4 toneladas de CO2 equivalente por habitante y año. De acuerdo con los resultados obtenidos por el equipo de investigación, al implementar un sistema de contabilidad basado en consumo y no en producción, las emisiones per cápita se duplicarían.
Esto implica que, actualmente, el impacto sobre el cambio climático de la ciudad de Madrid se estaría subestimando. Por lo tanto, parece necesario implementar estos nuevos sistemas de contabilidad que permiten evaluar de forma más ajustada a la realidad el impacto generado por los bienes y servicios consumidos por los ciudadanos, considerando todo su ciclo de vida. Estos datos ayudarían a que los responsables de la política medioambiental de las ciudades tomaran decisiones más adecuadas a la situación real.
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