Después de celebrar junio como el mes con la factura más baja de los últimos 33 meses, la subida de los precio en el mercado de los derechos de emisión (ETS EU) hacen prever un encarecimiento de la tarifa eléctrica en los próximos meses. El lunes, 15 de junio, el mercado de futuros ha llegado a cotizar la tonelada de CO2 hasta los 29,50 euros, y aunque finalmente ha cerrado a 29,14 euros, nadie duda ya de que se superarán los 30 euros por tonelada en los próximos días.
En el mercado diario también se han alcanzado cifras récord. Por primera vez en 11 años, las emisiones de carbono en el sistema de comercio europeo se han pagado a 28.50 euros/t de CO2 equivalente, en buena parte por el anuncio que hizo la semana pasada el gobierno alemán en el que señaló que está dispuesto a reducir las emisiones como parte de sus planes de cierre de las centrales de carbón.
"El alza de los precios en el mercado de emisiones tiene que ver con lo que está pasando en Alemania, pero también con las olas de calor, que hacen aumentar la demanda eléctrica, y los precios baratos del carbón y del gas", explica a este diario José María García Berrendero, analista y corporal sales manager Iberia de Vertis Environmental Finance, consultora especializada en el mercado de CO2.
El pronóstico meteorológico apunta a la posibilidad de otro período cálido en gran parte de Europa a finales de julio, lo que podría aumentar la generación térmica para satisfacer una mayor demanda eléctrica. Se esperan máximos de hasta 30°C en Berlín para el 20 de julio, mientras que los niveles diurnos en París podrían superar los 31°C en esa misma fecha.
Si baja el precio del carbón es un incentivo para encender las centrales térmicas pero no es una ecuación matemática, puede que salgan mejor los números si se encienden los ciclos combinados. Para ello, se utilizan los diferenciales conocidos como Spark Spread (para gas) y Dark Spread (para carbón), que indican la competitividad operativa de estas centrales. Calculan cuál de las dos opciones es más rentable comparando el precio diario del mercado mayorista con el precio de entrada del combustible suministrado, y se ajustan incorporando todos los demás costes, incluido el precio del CO2.
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