Los mercados han castigado en bolsa a Siemens Gamesa tras la presentación de los resultados de sus nueve primeros meses de 2019. Demasiado. Solo en un día el precio de sus acciones se han desplomado casi un 18%. "Los resultados han sido buenos, cumplimos con los objetivos mínimos de beneficios del 7% aunque se habían marcado máximos de hasta el 8,5% y tenemos pedidos 'como churros'", señalan fuentes internas de la compañía, "así que lo mejor que se puede hacer ahora es comprar acciones de la compañía, ahora que están baratas, porque probablemente en una semana se habrá recuperado el precio".
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De hecho, reconocen que "son los negocios de offshore y sobre todo de servicios (mantenimiento) los que están empujando la cuenta de resultados de la compañía, porque onshore no tira. En los mercados del norte de Europa, Alemania sobre todo, están paralizadas todas las ventas, al igual que en México desde que llegó al gobierno López Obrador, también en EEUU el ritmo es muy lento por las políticas de Trump y en India vuelven a estar en 'standby' todos los proyectos".
Así que "prácticamente todos los beneficios del negocio onshore salen de España, el resto son de Africa, Medio Oriente y el Sur de Europa, así que se podría decir que España está sosteniendo la cuenta de resultados de onshore de Siemens Gamesa a nivel mundial".
Tanto es así que "la empresa sí que apuesta por nuestro país, pero si hay negocio, es importante que se mantenga la actividad industrial, con un calendario de subastas que permitan generar trabajo, pero con la parálisis política actual es posible que acabe salpicando a nuestro negocio", añaden las fuentes.
"La caída en bolsa se debe a muchas razones, pero podría ser sencillamente una sobrerreacción del mercado veraniego" continúan, "los movimientos en esta época del año se sobredimensionan y eso podría explicar la bajada tan brusca en el mercado bursátil".
Podrían ser las únicas razones del varapalo que el gigante eólico hispano-alemán ha sufrido en su cotización, pero la compañía también alude a la incertidumbre del Brexit y a que han caído los beneficios en general de la industria de la energía eólica en los últimos años a medida que los gobiernos han introducido sistemas de subasta competitivos que favorecen a los licitadores más baratos.
De hecho, los datos de Siemens Gamesa no son tan dramáticos. Los ingresos aumentaron un 23% hasta los 2.630 millones de euros en abril-junio, su tercer trimestre, en comparación con el año anterior, impulsados por un pedido de turbinas offshore de Taiwán, una cifra que supera las previsiones de la compañía, basadas en las estimaciones de los analistas, que apuntaban a unos ingresos medios de 2.490 millones.
Y el margen sobre el beneficio de explotación se situó en el 6,1%, ligeramente por debajo de una previsión del 6,7%, al igual que los objetivos de margen de beneficios para todo el año, de los que se espera alcanzar un nivel más bajo del fijado en sus objetivos de margen de beneficios para todo el año, pero que aún así sería positivo.
"Las cifras de ventas, sin embargo, están muy por encima de los objetivos" continúan las fuentes, "el problema es que los fabricantes de aerogeneradores están compitiendo en precios bajos que dejan muy poco margen, y los productos de Siemens Gamesa no se puede comparar con los de Senvion, que prácticamente está cerrado, o con los de Suzlon que está dejando de pagar a los bonistas y arrastra una deuda externa que supera los 550 millones, o los de GE, que aguanta pero que tiene problemas con todos sus negocios, o Nordex Acciona que oculta sus problemas de ventas hundiendo mucho los precios".
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"En esa lucha lo único que se consigue es reducir tanto los márgenes que no salgan los números a los fabricantes, pero Siemens Gamesa se puede permitir cambiar esa política, porque cuenta con un prestigio internacional muy por delante de sus competidores, así que desde hace un tiempo ha comenzado a subir los precios para un posicionamiento competitivo más fuerte", concluyen las fuentes.
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