El Massachusetts Institute of Technology (MIT) es uno de los centros de investigación más potentes del mundo. Uno de sus últimos inventos ha conseguido el primer premio de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) gracias a un proyecto por el cual consigue desalinizar agua salada, del mar, a través de unos paneles solares fotovoltaicos.
Varios investigadores del MIT, junto a Jain Irrigation Systems, han creado un proyecto que utiliza paneles solares para cargar un banco de baterías. Estas alimentan un sistema que elimina la sal del agua a través de electrodiálisis.
Además de la eliminación de la sal (que hace que el agua sirva para los cultivos y para beber), el equipo también aplica la luz ultravioleta para desinfectar un poco de agua a su paso por el sistema.
La gran mayoría de las plantas desalinizadoras utilizan combustibles fósiles. El objetivo del concurso era presentar proyectos de desalinizadoras que medioambientalmente fueran perfectas, emisiones cero.
El MIT no es el primero en desarrollar este tipo de plantas. En las zonas desérticas de Chile ya trabajan con estas desaladoras a través de paneles solares (ver imagen).
El problema de estos prototipos es que son verdaderamente caros de llevarlo a la realidad y efectivos. Ahora, la USAID, está haciendo pruebas con los investigadores. Si los resultados son exitosos, trasladarán el sistema a un entorno más duro, a una zona rural, utilizándola durante varios días seguidos para ver su rendimiento.
Este tipo de plantas podrían ayudar a muchas granjas, a las ciudades costeras donde llueve poco y existen problemas de sequía o a campos de agricultura.
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