Política energética

El mix energético del futuro que quiere Nadal para España

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La transición energética hacia un mix más renovable y más sostenible es algo de inevitable cumplimiento, no solo por los objetivos trazados por la Unión Europea sino por el compromiso alcanzado en los Acuerdos de París sobre cambio climático. Y al que le ha tocado liderar este cambio es al actual ministro de Energía, Álvaro Nadal, quien se muestra por la labor, ya que asegura que esta transición será el objetivo del Gobierno.

Nadal dice que quiere avanzar en este proceso para transformar el sistema energético actual en otro "cada vez más limpio y dependiente de energía renovable, de forma gradual, acompasada a los avances tecnológicos", y a la vez que se logren mejores precios para los consumidores. Pero ¿está siguiendo los pasos adecuados? En sus diez meses de legislatura, sus declaraciones públicas revelan el camino por el que cree que hay que andar para conseguirlo.

Nada más tomar posesión de su cartera ministerial, Moncloa le envió dos de sus primeros encargos: buscar el Pacto de Estado y bajar la tarifa de la luz. El objetivo de Rajoy entonces era que "la energía sea cada vez más barata”, dijo a Rivera en el debate de investidura.

Y mientras tanto, Nadal tenía que cumplir con Europa, así que de su puño y letra figuran las dos convocatorias de subastas de renovables, una en mayo y otra dos meses después, que por fin movían el sector de las energías limpias tras años de estancamiento. En la primera ocasión se ofertaron 3.000 MW que recayeron casi en su totalidad a empresas eólicas, y poco después, el propio presidente del Gobierno anunció la creación de otra subasta inmediatamente posterior, en julio, donde se concedieron más de 5.000 MW, de los cuales más de 3.900 MW fueron a proyectos solares.

Con ello, Nadal espera que se instalen unos 8.700 MW renovables en los próximos dos años y así asegurarse que cumplirá con los objetivos europeos 2020, la cota del 20% de objetivo climático para 2020.

A cambio, ve imprescindible aumentar las interconexiones con Europa. Ha dicho y repetido a Bruselas que "sin interconexiones no habrá más renovables". En junio, lo dijo ante la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados, que para cumplir con los objetivos 2030 eran necesarias, también en sus reuniones con el comisario europeo de Energía, Arias Cañete, y hace unos días su secretario de Estado de Energía, Daniel Navia.

A Nadal también le ha correspondido anunciar el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña, pero eso no significa que el resto de las centrales sigan la misma suerte. Por el momento no ha decidido cuál es el papel que tendrá esta energía en el mix del futuro y vincula su cierre al Plan de Energía y Clima. Mientras se decide, apuesta por ampliar diez años la vida de las nucleares.

Sin embargo, para las eléctricas, tanto la situación de las centrales nucleares como de las térmicas es complicada. No les salen las cuentas y en el primer caso piden que se les rebaje la presión fiscal, y en el segundo no están por la labor de continuar con las centrales térmicas donde se quema carbón autóctono. Pero Nadal ya ha advertido que "no se van a revisar las cargas fiscales de las centrales nucleares”, (aunque dependerá en última instancia de lo que diga el Tribunal de Justicia Europeo) y ha ido aún más lejos al anunciar la aprobacion de un RD para mantener abiertas las centrales de carbón y nucleares que considere necesarias para la seguridad de suministro eléctrico del país.

Es un real decreto con el cual podrá tener potestad para decidir sobre el cierre de centrales eléctricas que ha creado mucha polémica en el sector por el carácter intervencionista de la medida.

Respecto al gas, el ministro de Energía está convencido que sin un mercado transparente y regulado será muy difícil que bajen los precios en el mercado mayorista. La subida exponencial de la tarifa de la luz en enero pasado a causa de los ciclos combinados le hizo apurar el desarrollo del MIBGAS con la figura de un creador de mercado voluntario y dos obligatorios, Gas Natural y Endesa. Además, como considera el gas imprescindible como energía de respaldo en el mix del futuro, es favorable a mantener los pagos por capacidad.

Un capítulo aparte son las medidas de eficiencia energética que pretende abordar en esta Legislatura. Pese a que es una de las prioridades de la Unión Europea, nuestro país es uno de los pocos que se oponen a los nuevos y más ambiciosos objetivos de eficiencia energética para 2030 y que sean vinculantes. La Comisión Europea propone alcanzar un objetivo del 30% de cara a ese año y que además sea de forma vinculante, pero el Ministerio de Energía cree que las inversiones a realizar desajustarán sus cuentas.

Europa también tiene como objetivo la electrificación del transporte. Este sector, junto con la industria y la generación de electricidad, es el principal emisor de CO2 a la atmósfera. España ha destinado este año 14,26 millones de euros al Plan Movea, para impulsar la movilidad con vehículos de energías alternativas y para el desarrollo de infraestructuras de recarga, pero el interés era tal que en tan solo 48 horas se agotaron las ayudas. Ahora, Energía dispone de otros 50 millones de euros presupuestados con los que podría volver a incentivar el desarrollo de este sector y que sirva en la lucha contra el cambio climático.

Por último, queda reflejar la opinión del ministro sobre el autoconsumo. No hay novedades pese a que anunció que iba a revisar la normativa y ver si hay algún tipo de mejora para el autoconsumo aunque siempre “desde el punto de vista de mantener la eficiencia”.

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