Siendo un objetivo importante, en materia medioambiental sólo cabe plantear un horizonte en el que el 100% de la energía sea renovable. Es lo único que garantizará la verdadera sostenibilidad del planeta. Pero se trata de un objetivo sólo alcanzable desde un ejercicio de realismo, lo que implica el desarrollo de fórmulas realmente eficientes para favorecer ese objetivo. En estos momentos, resulta inviable mantener el actual mecanismo de subsidios, en virtud del cual los usuarios estamos soportando todo el retorno a los inversores privados, garantizando el crédito a los bancos.
La solución pasa, pues, por nuevas fórmulas de financiación de los proyectos al margen de las ayudas públicas. Fórmulas como los Power Purchase Agreement (PPAs), acuerdos de compra de energía a largo plazo de carácter privado en el que dos partes convienen las condiciones de compra y venta de energía por un plazo de tiempo. Se trata de una herramienta que supera todas las limitaciones de las fórmulas de adquisición de energía tradicionalmente desarrolladas en España, que está teniendo una fuerte implantación en EE.UU. (de ahí, entre otras razones, las cifras de incremento de la potencia solar fotovoltaica y eólica en ese país) y también en otros países como México, Australia o Escandinavia, pero que en Europa ha tenido un desarrollo más tímido y prácticamente nulo en nuestro país.
Hasta 2017. Porque durante ese año, y especialmente a partir de 2018, los PPAs empezarán a proliferar de forma considerable en España. Acuerdos recientes como el alcanzado entre el grupo inversor Foresight Group y la comercializadora Enérgya-VM del grupo Villar Mir, que precisamente, como consejeros de Foresight Group, hemos vivido muy de cerca en Our New Energy (ONE), o el suscrito por EDP y Calidad Pascual en julio de 2017, son evidencias de que algo importante se está moviendo en España en relación con las renovables, y que de ese algo es en buena medida responsable la nueva herramienta de adquisición de energía. Me atrevería a afirmar que las PPAs forman parte de una tormenta perfecta que se está formando sobre el cielo español, de la que forman parte también los bajos costes y el amplio recurso natural renovable disponible.
De hecho, la Península Ibérica está siendo, junto con los Países Nórdicos, la puerta de entrada de los PPAs en Europa, que acabarán desarrollándose en todo el viejo continente gracias a las políticas favorables de aumento de generación de renovables para alcanzar los ambiciosos objetivos de reducción de CO2 marcados por la Unión Europea.
Según las propias estimaciones de ONE, es previsible que los PPAs se desarrollen en España a un ritmo de unos 1.000 MW en 2018 y más de 2.000 MW por año a partir de 2019.
Con los PPAs, se introduce una interesante alternativa en la ecuación de decisión de compra de energía, que va más allá de las dos opciones tradicionales, el mercado spot o diario, conocido como OMIE, cuyas transacciones se realizan a precio de pool, con un margen para la comercializadora, y el OMIP, o mercado de futuros, en el que no se puede comprar energía más allá de dos años vista. Frente a estas fórmulas, caracterizadas por la volatilidad, el PPA, gracias a su condición largoplacista (superior a los cinco años), garantiza la seguridad del coste de compra de energía con precios más sostenibles y no tan sometidos a las fluctuaciones del mercado (las oscilaciones de precios en los mercados spot y a plazo son una verdadera montaña rusa, con variaciones de más del 25% de un año a otro). Eso, si hablamos de los compradores. En relación con el interés general, las ventajas son indiscutibles, siendo la principal la eliminación de los costes artificiales en las facturas de los usuarios.
Pero el éxito de los PPAs en España depende en buena medida de la capacidad del mercado nacional y también europeo de asimilar las fortalezas indudables de esta nueva forma de contratación, cometido en el que consultoras como ONE jugarán un papel capital, a través de la asistencia a compradores y vendedores en la estructuración y negociación de los contratos, no exentos de complejidad.
Entramos, como he dicho, en una nueva época dorada de inversión en renovables en España. Hacen falta ahora inversores valientes y compradores capacitados para que los PPAs se conviertan en la herramienta propiciatoria del nuevo amanecer de las renovables.
Manuel Raigada, socio responsable de Desarrollo de Negocio de ONE Our New Energy.
Manuel Garcia (@TURBOMOTOR2000)
16/02/2018