El fenómeno climatológico conocido como El Niño podría provocar sequía eólica en Norteamérica, lo que afectaría considerablemente a la producción de energías renovables en la región. Esta es una de las conclusiones que arroja un nuevo informe presentado por la WTW Research Network. El estudio, que puede descargarse íntegramente aquí, se ha desarrollado analizando en profundidad los riesgos y las consecuencias de las principales catástrofes naturales que se han producido entre enero y junio de 2023 en todo el mundo.
El informe también destaca lo peculiar que ha sido el primer semestre de 2023, con cinco tormentas de categoría cinco en los cinco primeros meses. Se espera que la combinación de El Niño con el excepcional calor que se está dando en el Atlántico tenga un impacto significativo en los patrones climáticos y las temperaturas de todo el planeta este año.
El análisis destaca los principales riesgos climáticos de los que hay que hacer un seguimiento y explora las razones por las que esas catástrofes naturales se convirtieron en graves desastres naturales, yendo más allá de la propia gravedad del suceso e incorporando perspectivas sobre la exposición y vulnerabilidad de las regiones afectadas. Asimismo, profundiza en la ciencia que subyace a esos sucesos y ofrece ideas sobre lo que hay que vigilar en el segundo semestre del año.
Conclusiones
Las principales conclusiones del análisis son:
- A medida que avanza el calentamiento global, proliferan catástrofes naturales como los incendios forestales de Canadá, fenómenos sin precedentes que comenzaron en mayo y han destruido más de once millones de hectáreas hasta la fecha.
- La acción del hombre, especialmente por lo que respecta a la explotación y uso del suelo, suele agravar los efectos de las catástrofes naturales, como hemos visto este año con las inundaciones de Nueva Zelanda e Italia y los incendios forestales de Chile.
- Es necesario concienciar sobre los cambios socioeconómicos repentinos que el cambio climático gradual provoca, entre ellos, el desplome de los precios en el sector inmobiliario.
- Durante un fenómeno de El Niño, la atmósfera absorbe más calor y el océano menos, por lo que dos o tres meses después de su inicio la temperatura de la superficie del planeta aumenta.
- Durante tres años consecutivos, el océano Pacífico se ha estancado en su configuración de La Niña. Si vira hacia El Niño, hasta ahora centrado en el Atlántico, las empresas deberán prepararse para temperaturas récord, condiciones meteorológicas inusuales y un crecimiento económico más lento.
Como explica Helene Galy, directora general de la WTW Research Network, "nuestros vínculos directos y estrecha colaboración con la comunidad científica a través de la red de investigación de WTW nos permiten ofrecer una visión profunda de las principales catástrofes naturales y de las lecciones aprendidas de ellas. A la hora de cuantificar el riesgo de catástrofes naturales es crucial incorporar un exhaustivo análisis científico a nuestros modelos. Como estamos viendo con los actuales incendios forestales y fenómenos meteorológicos extremos en Europa, China y Norteamérica, el impacto empresarial de estas catástrofes hace crucial que los gestores de riesgos comprendan sus posibles consecuencias, así como lo aprendido de sucesos anteriores y el valor y los límites de la previsión estacional. Creemos que nuestra última revisión científica semestral puede ayudar a nuestros clientes y al mercado a comprender y mitigar los riesgos de las catástrofes naturales."
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