Renovables

El número de mujeres profesionales en el sector renovable se estanca por sexto año consecutivo

La cuota que representa el sexo femenino es del 32%, mayor que en otros sectores energéticos, pero es el mismo porcentaje que en 2019

Ningún comentario

Un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) revela que las mujeres ocupan el 32 % de los empleos a tiempo completo en el sector de las energías renovables. Si bien es mayor que en otras industrias energéticas, el porcentaje no ha cambiado desde el primer análisis de género de IRENA en 2019, lo que confirma que no se han logrado avances significativos en la representación femenina a lo largo de los años.

Basándose en el estudio anterior, la segunda edición de Energías Renovables: Una Perspectiva de Género ofrece la evaluación más completa hasta la fecha sobre la participación de las mujeres en la fuerza laboral del sector de las energías renovables, así como sobre las barreras que enfrentan. Insta a la adopción de medidas eficaces para abordar la persistente falta de progreso y advierte que, sin una mayor igualdad de género, la transición energética no será justa ni sostenible, con el riesgo de escasez de mano de obra y la falta de perspectivas diversas.

Muy pocas alcanzan la alta dirección

Los datos muestran la mayor brecha en los puestos de alta dirección, donde las mujeres solo representan el 19 %. Las mujeres están significativamente mejor representadas en puestos administrativos, donde representan el 45 % de la fuerza laboral. Su porcentaje se reduce al 28 % en puestos relacionados con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). El porcentaje más bajo (22 %) se encuentra en oficios como instaladores, operadores de maquinaria, electricistas y trabajadores de la construcción, que suelen requerir certificaciones técnicas, formación profesional o aprendizaje.

El director general de IRENA, Francesco La Camera, afirma que "avanzar en la igualdad de género en el sector de las energías renovables depende de datos sólidos, intervenciones políticas específicas y la colaboración activa de todas las partes interesadas. Nuestro análisis es el único de su tipo que cubre esta brecha de conocimiento. Lamentablemente, a pesar de un mejor desempeño que en las industrias de combustibles fósiles, se ha avanzado poco. El sector aún tiene mucho trabajo por hacer. Para alcanzar todo el potencial de la transición energética, las mujeres deben ser reconocidas como socias y líderes en igualdad de condiciones en la construcción de un futuro basado en las energías renovables".

Barreras sistémicas

La falta de equilibrio de género en el sector se deriva de barreras sistémicas que persisten en cada etapa del desarrollo profesional. Las mujeres siguen enfrentándose a prejuicios y estereotipos culturales al incorporarse al mercado laboral; afrontan crecientes desafíos para conciliar las responsabilidades profesionales y de cuidado a lo largo de sus carreras; y se enfrentan a prácticas discriminatorias y techos de cristal que dificultan su ascenso a puestos de liderazgo.

Con frecuencia, las mujeres son las principales usuarias y administradoras de los sistemas de energía domésticos, soportando la mayor carga de pobreza energética, especialmente en los países en desarrollo. En organizaciones no gubernamentales centradas en proyectos comunitarios y fuera de la red eléctrica, las mujeres representan alrededor del 35% de los empleados, lo que pone de relieve un importante potencial para ampliar su liderazgo y capacidad de decisión en la promoción del objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas de acceso universal a la energía.

Menos, en la privada

El estudio también detecta disparidades entre los distintos tipos de organizaciones. Las empresas privadas, que dominan el sector de las energías renovables, registran los niveles más bajos de participación femenina, con un 25%. En comparación, las organizaciones no gubernamentales muestran una representación femenina cercana al 48%, mientras que las instituciones gubernamentales y no comerciales registran un 37%.

El informe insta a implementar estrategias tanto descendentes como ascendentes, así como iniciativas transversales para superar las barreras. Los gobiernos deben aplicar las leyes sobre no discriminación, igualdad salarial y acceso a la educación, a la vez que integran la igualdad de género en las políticas climáticas y energéticas.

Los empleadores deben implementar modalidades de trabajo flexibles, prácticas transparentes de contratación y ascensos, oportunidades de mentoría y lugares de trabajo seguros y respetuosos. Las instituciones educativas, los sindicatos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales también desempeñan un papel fundamental en la erradicación de estereotipos, la ampliación de oportunidades y la exigencia de responsabilidades a las instituciones.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.