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El objetivo 'cero emisiones' de Renfe para 2030 incluye sustituir el diésel por gas natural licuado

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La empresa estatal RENFE quiere ser líder en la descarbonización de sus trenes y se ha propuesto en los próximos 10-15 años un objetivo 'cero emisiones'. De los 28 modelos que están en funcionamiento, casi 20 de ellos ya son eléctricos, como son todos los de la serie AVE, la serie AVANT, casi todos los modelos Alvia, a excepción del Alvia Serie 730 que es un híbrido diésel y eléctrico, y todos los Cercanías.

Prácticamente, el 89% de los trenes de viajeros y mercancías son eléctricos, lo que ha conllevado una importante reducción de las emisiones contaminantes, pero solo está electrificada el 68% de la red ferroviaria, lo que supone que en el 32% del sistema está aún propulsado por locomotoras diésel.

Y es que el ferrocarril podría convertirse en uno de los elementos centrales para una reducción importante de las emisiones de carbono en el transporte colectivo. De hecho, el impacto de los servicios de alta velocidad en España durante los primeros 25 años así lo demuestra. La actividad de transporte de Renfe en los servicios de alta velocidad entre 1992 y 2016, tanto de larga distancia como de media distancia (346 millones de viajeros), han permitido un ahorro para la sociedad estimado en 4.286 millones de euros si se evalúa en términos económicos el impacto sobre el cambio climático, la contaminación y la tasa de accidentes que habría tenido realizar este transporte por otros medios, de acuerdo con la metodología de sustitución modal contenida en el estudio “Carbon Footprint of Railway Infraestructure, UIC” y la evaluación de externalidades del estudio “Costes Externos del Transporte en Europa” (Ce Delft, noviembre de 2011).

Sin embargo, las unidades de diésel siguen teniendo su peso en la cuenta de resultados de la compañía con datos del 2016. Pese a que el coste de los Trenes Autopropulsados Eléctricos de Larga y Media Distancia, Trenes de Cercanías y Locomotoras eléctricas fue siete veces superior al de los Trenes Autopropulsados Diesel de Larga y Media Distancia, los Trenes Autopropulsados Híbridos de Larga y Media Distancia y las Locomotoras Diesel, en el caso de las líneas FEVE (vía estrecha), apenas hay diferencia.

Los eléctricos FEVE supusieron un coste de 75 millones de euros frente a los 66 millones de los trenes autopropulsados diesel. Y es que FEVE dispone de 58 unidades eléctricas y 49 unidades diésel. Apenas está electrificada las vías estrechas que recorren el norte de España (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y parte de Castilla y León).

Ferrocarril con gas natural licuado

Por eso, en su afán por reducir sus emisiones de CO2, un consorcio formado por Renfe, Gas Natural Fenosa y **Enagás, y en colaboración con Bureau Veritas, **ha trabajado en la realización de la primera prueba piloto de un tren de pasajeros propulsado por un motor diésel a GNL entre Mieres y Figaredo, en un tramo de unos 20 kilómetros en Asturias.

Pero ¿por qué gas natural y no continuar con la electrificación de la red ferroviaria? Según el Ministerio de Energía, "además de continuar con la electrificación del ferrocarril, es conveniente apostar por energías alternativas, y el gas natural es el combustible alternativo con mejores condiciones para protagonizar una transición segura y eficiente en el corto plazo, por motivos de disponibilidad, precio y estabilidad".

Durante los próximos cuatro meses, recorrerá 15.000 kilómetros por una línea de Cercanías de Asturias y se medirán requisitos técnicos de espacio, peso, refrigeración, y autonomía para la tracción de gas natural, además de otras consideraciones y variables comparativas en emisiones y economía operativa, de los que se extraerán las conclusiones para decidir si es una buena opción, aunque el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya lo ha dado por válida al comprometerse a extender este modelo a todas las líneas que no vayan a ser electrificadas, y prevé que en un plazo de dos años haya en Asturias cuatro trenes de Cercanías circulando con gas licuado.

Según datos del Ministerio de Energía, el ferrocarril consume prácticamente la mitad de toda la electricidad utilizada en el sector del transporte en España (el 45,8% frente al 20,1% de la carretera), lo que significa que, con datos del actual mix eléctrico, más del 50% de la energía utilizada para abastecer el servicio ferroviario es sin emisiones, y más del 30% procede de fuentes renovables.

No hay duda de que es el medio de transporte colectivo que menos impacto tiene en el entorno, así como el más ecológico. Ahorro en términos económicos en el impacto sobre el cambio climático, la contaminación, reducción de emisiones, menos importación de petróleo... ¿también con el gas?

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