Las elecciones del 26J han dado como ganador al Partido Popular (PP) con 137 escaños, 14 más que en las elecciones del pasado 20 de diciembre. El PSOE, a pesar de las encuestas, ha aguantado el 'sorpasso' y ha obtenido 85 escaños, cinco menos que en diciembre.
El mayor varapalo se lo ha llevado la confluencia Unidos Podemos, que se han quedado con los mismos escaños que el 20D, (71 escaños) pero han perdido más de un millón de votos respecto a hace seis meses.
Y Ciudadanos ha sido la formación que más escaños se ha dejado en esta segunda vuelta. Ha cedido ocho escaños con solo un 0,9% menos de los votos de diciembre para un total de 32 escaños en el Congreso.
Con todo esto así, a primera vista el PP ha obtenido un mayor respaldo que le da mayor autoridad para formar gobierno. Aunque no le será fácil obtener los 176 escaños que le otorguen la mayoría absoluta para gobernar.
Los partidos de la izquierda perdieron en marzo la oportunidad de formar un gobierno de cambio, que en el campo energético evidenciaba un nuevo modelo distinto del que se ha conocido hasta ahora. Pero las diferencias entre los partidos de la izquierda echaron para atrás esa posibilidad.
Ahora, en junio los resultados han restado fuerza a la izquierda, a pesar de que IU se uniera a Podemos. Se esperaba un resultado muy distinto del que se ha dado finalmente, y ahora el PP tiene una posibilidad para mantenerse en el Gobierno, aunque sea en minoría. Habrá que esperar a los pactos para saber quien será presidente en los próximos cuatro años.
Con los resultados en la mano, la posibilidad de alcanzar un pacto de Estado en materia energética podría estar más cerca, pero lo que sí está claro es que se aleja el cambio radical de modelo energético. El cierre definitivo de las nucleares se esfuma, el renacimiento de las renovables se verá pero con menor intensidad, el autoconsumo no tenderá a muchos cambios significativos, etc.
Solo un pacto entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos podría traer el cambio, pero para ello habrá que haber cesiones importantes en otros aspectos que no tienen que ver con la energía, porque estos tres partidos tienen ideas muy parecidas en sus propuestas energéticas.
Ahora, si el PP consigue seguir gobernando con Ciudadanos y a lo mejor la abstención del PSOE, en oposición muy vigilante, el cambio de modelo energético no será tal, aunque si se podrían llevar a cabo algunos cambios de la actual política energética.
El 26J deja las espadas en todo lo alto, la división de los partidos de la izquierda han hecho a un PP más fuerte, pero sin la mayoría suficiente para gobernar.
Es hora de pactar, por el bien de todos los españoles, y a poder ser que haya un pacto en materia energética que tenga como base la seguridad jurídica, cuyo objetivo no sea otro que bajar el precio de la energía a todos los consumidores, y que cumpla con los objetivos climáticos aprobados por la UE. Eso como mínimo.
Los españoles ya han enviado el mensaje. Ahora le toca el turno a los políticos. En ellos está si quieren seguir jugando a la política o a ser responsables para sacar a este país adelante. Crucemos los dedos.
Un análisis de Ramón Roca
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