Ningún comentario El precio del barril de Brent ha caído un 14,8% en lo que va de año. Las acciones de petroleras como la italiana ENI han subido un 23%, las de la inglesa BP un 15,2% o las de Shell un 11,5%. Comparado con el índice Stoxx Europe 600, que ha subido un 14% en lo que va de año, se puede generalizar que el sector petrolero europeo lo ha hecho parecido al mercado bursátil europeo, en un entorno de precios decrecientes del petróleo.
La revalorización del mercado bursátil se produjo a partir del mes de abril, una vez que el mercado interiorizó la nueva política arancelaria de la administración Trump, y se aceleró a partir de septiembre, ante las expectativas de bajadas de tipos de interés, que ayuden a recobrar la confianza en el crecimiento económico.
Uno de los principales factores que pueden frenar estas expectativas de bajadas de tipos en estos momentos es un repunte en la inflación. Uno de los muchos elementos que están ayudando a contener la inflación es la caída del precio del petróleo y un dólar débil, que ayuda a importarlo todavía más barato.
Por lo tanto, la desconexión entre los precios del petróleo y de la acción de BP, por ejemplo, estaría hoy justificada por el hecho de que las acciones de la petrolera inglesa estarían descontando un mayor crecimiento económico en el futuro, al igual que toda la Bolsa. Sin embargo, también hay factores específicos del sector que han ayudado a esta revalorización.
Una aceleración de los volúmenes de producción de petróleo
Los precios más bajos del petróleo y del gas, en un entorno de no excesiva intervención de la OPEP, han generado una elasticidad precio en la demanda de crudo y de gas elevada, que se ha visto reflejada en las cifras trimestrales de las principales petroleras.
Por ejemplo, la petrolera ENI reportó en el tercer trimestre un fuerte crecimiento de la producción hasta los 1,76 millones de barriles diarios, un 6 % más que el año pasado, comparado con un objetivo a largo plazo de crecer producción en un 3% anual. Como consecuencia de estos datos de producción, ENI incrementó su objetivo anual de producción de petróleo y gas para 2025 hasta un rango de 1,71-1,72 millones de barriles diarios.
La división de ‘’Upstream’’ de BP también mejoró estimaciones de producción de petróleo, sugiriendo una producción "ligeramente menor" en la presentación de resultados del tercer semestre, frente a una predicción anterior de ‘’menor’’ producción, y una producción subyacente "prácticamente estable" interanual frente a una estimación anterior de "ligeramente menor". La petrolera portuguesa Galp incrementó el objetivo de producción anual hasta la parte superior del rango de 105.000 a 110.000 barriles diarios para todo el 2025.
TotalEnergies confirmó sus objetivos de crecimiento hasta 2030 en su última presentación estratégica, con un 4% anual de crecimiento en producción de energía. De este objetivo, mantiene un 3% de crecimiento anual en petróleo y gas. Sin embargo, estos aumentos de producción pueden derivar en predicciones de un mercado del petróleo en 2026 en ‘’sobreoferta’’, como comentó recientemente Wael Sawan, consejero delegado de Shell, y las consecuentes implicaciones deflacionistas en el precio del petróleo el año que viene.
Una reasignación de capital más eficiente
Las empresas petroleras están demostrando a los inversores que tienen capacidad de reasignar capital a proyectos con mayores retornos, o bien, en ausencia de proyectos atractivos, recortar inversiones. El repliegue de las petroleras en cuanto a inversiones en apoyo de la transición energética has sido evidente también este año, con cancelaciones de proyecto de producción de hidrógeno y de captura y almacenamiento de carbono.
Por ejemplo, TotalEnergies comunicó en su última presentación estratégica un recorte en inversiones netas totales del grupo de 1.000 millones de dólares anuales hasta 16.000 millones de dólares de inversión total en el 2026 y entre 15.000 y 17.000 millones anuales entre 2027 y 2030.
Gran parte del recorte estuvo justificado por una aceleración en venta de minoritarios en proyectos de renovables, venta de activos no estratégicos y una mayor disciplina en crecimiento orgánico. Lo mismo hizo ENI en su presentación de resultados trimestrales, al reducir las inversiones netas por debajo de €5.000 millones, desde €6.000 millones, sin alterar el objetivo de inversiones brutas.
En el primer trimestre del año fiscal 2024 - 2025, la petrolera BP redujo sus inversiones hasta $14.500 millones frente a los $15.000 millones anunciados en su plan estratégico. Sin embargo, las inversiones de este año van camino de caer por debajo de los $14.000 millones.
Continúan las mejoras en la retribución de los accionistas
Las políticas de mayor eficiencia operativa, las desinversiones en actividades no estratégicas, y el crecimiento en volúmenes están generando crecientes flujos positivos de caja en las petroleras. El 2026 va a ser un año de renovados planes de recompra de acciones en el sector, apoyados por costes de la deuda por debajo de las rentabilidades en dividendos de las compañías.
Por ejemplo, TotalEnergies anunció para el 2026 un rango de $750 a $1.500 millones en recompra de acciones por trimestre en su último plan estratégico, en un escenario de precios del petróleo Brent de 60 a 70 dólares por barril, respecto a un escenario anterior de 70 dólares barril. La italiana ENI también decidió incrementar el objetivo de recompra de acciones para el año 2025 en €300 millones, un 20 % más.
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