Se veía venir. A medida que se acercaba la subasta de interrumpibilidad del próximo lunes 31 de agosto, todo el mundo se preguntaba por Alcoa. ¿Cuándo comenzará la multinacional del aluminio con sus bravatas, lamentaciones y amenazas para acaparar la mayor parte posible del pastel de la subasta? Una pregunta lógica a la vista de los pingües réditos que la compañía obtuvo mediante sus amenazas de cierre después del fiasco de la subasta del año pasado. Nada más y nada menos que una subasta a la medida.
Y Alcoa no defraudó, a pesar de que la avaricia de Solvay le ha restado buena parte del protagonismo. El presidente de Alcoa España, Rubén Bartolomé, trasladó a los trabajadores de la planta asturiana la “situación crítica” que atraviesa el sector del aluminio a nivel global y, especialmente, las plantas españolas. Así lo confirmaba el presidente del Comité de Empresa de Alcoa en Asturias, José Manuel Gómez, quien dijo que la reacción de los trabajadores en la reunión fue inicialmente de sorpresa ante los duros mensajes que trasladaron desde la dirección, que convirtió lo que pensaban que iba a ser una reunión protocolaria en una seria advertencia sobre su futuro.
La dirección de la empresa advirtió el pasado martes a los trabajadores que de seguir la situación así en el 2015, ni siquiera una buena subasta podría servirles. “Nos vino a decir que si las cosas siguen así tomarán algún tipo de decisión, aunque no concretó en qué plantas”, ha explicado Juan Manuel Gómez, consciente que las instalaciones españolas no están en muy buena posición por culpa de los costes eléctricos.
Preguntado sobre si creía que el mensaje que han transmitido desde la dirección busca presionar para conseguir unos mejores resultados en la subasta, Gómez ha explicado que no lo sabe, aunque teme que pueda ser una forma de “ponerse la venda antes que la herida”. En el colectivo de trabajadores asturianos de Alcoa vuelve a haber una fuerte preocupación sobre su futuro, aunque también un cierto hastío por tanta queja, que le ha llevado a pedir a la dirección que deje de pasarse "todo el día llorando".
"No podemos estar en una multinacional que se pasa la vida llorando y diciendo que todo va muy mal y que no puede estar en España, porque si es así, que lo diga y que explique exactamente por qué, entonces tendremos que instar a los gobiernos a que busquen una solución al aluminio en el país", ha explicado el sindicalista.
El caso es que el mensaje ha calado, y los sindicatos al ver de nuevo las orejas al lobo, han vuelto a optar por la defensa a ultranza de los puestos de trabajo, lo que pasa por la continuidad de la empresa. Así, han pasado de quejarse de tanto lloro por parte de la dirección al “necesitamos que Alcoa solucione el problema de la tarifa”, que decía el representante de USO, Sergio Sobrido, o al “yo no sé si Alcoa quiere seguir o no, lo que sé es que UGT y los asturianos queremos que siga", de Justo Rodríguez Braga, secretario general de UGT Asturias.
Alcoa, por su parte, ha repetido por activa y por pasiva que su intención es presentarse a la subasta. Para mantener la producción tal cual está hoy, Avilés precisa entre 110 y 115 megavatios hora. La plantilla de Alcoa en San Ciprián, Lugo, tambiénse ha mostrado “preocupada” ante la subasta eléctrica en la que la multinacional intentará conseguir “un precio aceptable”. El vicesecretario del comité de empresa, Carlos Farré, ha señalado que, de todas formas, tienen “confianza” en que “todo salga bien” en la subasta, en tanto que Alcoa es “el máximo consumidor de energía eléctrica de este país”. ****
Las condiciones de la subasta
La Secretaría de Estado de Energía hizo públicas las condiciones definitivas de la subasta eléctrica que comienza pasado mañana e hizo saltar todas las alarmas. El Ministerio de Industria decidió reducir al máximo los paquetes de 90 megawatios destinados a la gran industria y, pese a valorar la posibilidad de subastar hasta 13 paquetes, solo se subastarán ocho, uno menos que el año pasado, debido que finalmente Industria mantiene la sanción a Solvay y la deja sin participar en las dos próximas subastas de interrumpibilidad.
“Es sorprendente, estamos muy preocupados y no sabemos a qué se debe”, dijo una portavoz de Alcoa, que el pasado año fracasó en la adjudicación de dos paquetes de 90 megawatios. Los sindicatos también criticaron la decisión del Ministerio de Industria porque, a su entender, “supone poner un puente de plata a Alcoa para que se marche”.
Según la resolución de la Secretaria de Estado de Energía, pasado mañana saldrán a subasta 1.880 megawatios en 376 bloques de 5, lo que supondrá 360 millones de euros y 720 megawatios en 8 bloques de 90, por importe de 244,8 millones de euros. Los bloques de 90 megawatios están destinados a la gran industria porque las empresas deberán ofrecer a la red una potencia máxima de 1.170 megawatios.
En comparación con la subasta de noviembre de 2014, este año hay un bloque de 90 MW menos, al quedarse fuera Inovyn Solvay, pero han aumentado sensiblemente la cantidad de bloques de 5 MW. El año pasado, en la primera subasta se impuso un máximo de 238 bloques, y en la segunda, la que se hizo para Alcoa, se aprobaron 50 bloques más, un total de 288 bloques, por lo que este año se subastarán 440 MW más en este apartado. El desenlace de todo este embrollo, la semana que viene.
Dabama
29/08/2015