Renault despide el año con una hazaña que redefine los límites de los vehículos eléctricos: el Filante Record 2025, un vehículo experimental, ha completado un recorrido de 1.008 kilómetros en menos de 10 horas sin necesidad de recarga, manteniendo una velocidad media de 102 km/h y un consumo excepcionalmente bajo de 7,8 kWh/100 km.
Este logro se ha conseguido con una batería de 87 kWh, exactamente la misma capacidad que equipa el Scenic E-Tech eléctrico de serie, lo que resalta cómo el diseño inteligente puede extender drásticamente el alcance sin agrandar el pack energético. La prueba se disputó en el centro de ensayos UTAC de Marruecos, un entorno controlado que simula viajes reales por carretera rápida, con pilotos relevándose y mínimas interrupciones técnicas, pero cero conexiones a un cargador.
Al finalizar, el prototipo aún conservaba un 11% de carga, lo que equivaldría a unos 120 km extra a ritmos superiores a los 100 km/h, elevando el potencial total por encima de los 1.100 km y demostrando un rendimiento sostenido en escenarios exigentes.
Un banco de pruebas experimental
Al finalizar, el prototipo aún conservaba un 11% de cargaRenault
Lejos de ser un simple prototipo de exposición, el Filante Record 2025 actúa como un verdadero laboratorio rodante, donde Renault valida tecnologías clave para reducir el gasto energético en eléctricos. Desarrollado por Ampere, la rama eléctrica del grupo, incorpora una batería de celdas sin módulos intermedios, envuelta en fibra de carbono para mantener el peso global por debajo de 600 kg, un factor crítico en la ecuación de la autonomía.
Este enfoque integral prueba que la clave no reside solo en la química de las celdas, sino en cómo se integra todo el sistema: desde la propulsión hasta la carrocería. Los datos recogidos alimentarán directamente los desarrollos futuros, mostrando que optimizaciones prácticas pueden aplicarse a vehículos de producción sin requerir revoluciones costosas.
La aerodinámica, su arma secreta
Elementos aerodinámicos como las llantas han ayudado a conseguir estos valores. Renault
En el corazón del éxito late un diseño obsesionado con el flujo del aire, inspirado en los streamliners históricos pero potenciado por herramientas modernas. Con más de cinco metros de largo y una silueta estilizada, el Filante minimiza la resistencia al avance, un parámetro que multiplica el consumo a velocidades altas. Pruebas exhaustivas en túnel de viento durante la primavera pasada generaron ajustes clave en la forma exterior, desde el morro afilado hasta la cola que evita remolinos, logrando un coeficiente de arrastre líder en su categoría.
El equipo combinó simulaciones computacionales con validaciones reales, equilibrando rendimiento técnico y atractivo visual para que el proyecto también sirva de vitrina. Esta sinergia entre ingenieros aerodinámicos y diseñadores subraya cómo pequeñas modificaciones en la forma pueden ahorrar kWh significativos en uso diario.
El equipo al completo tras lograr dicho hito. Renault
Controlar el peso ha sido otro pilar fundamental, con un chasis tubular de carbono y aluminio que prioriza rigidez sin masas sobrantes. Los subchasis optimizados y una cabina minimalista (con el piloto en posición semiacostado, similar a la Fórmula 1) bajan el centro de gravedad y facilitan el empaquetado de la batería bajo las piernas del conductor.
La ventilación pasiva del interior elimina bombas y compresores innecesarios, mientras que una pantalla curvada ultrafina ofrece solo datos esenciales, cortando distracciones y consumos auxiliares. Estos detalles acumulan ahorros que, en un coche de calle, se traducirían en mayor alcance por carga.
Un record con herencia histórica
Es un banco de pruebas experimental. Renault
El nombre Filante Record evoca leyendas de Renault como el 40 CV o el Étoile Filante de 1956, fusionando tradición con innovación eléctrica. No es casualidad: la marca ve en este demo-car una forma de conectar su pasado récord con el futuro sostenible, donde la eficiencia define el éxito.
Los aprendizajes (en térmica, arquitectura y flujos aerodinámicos) se destilarán hacia la próxima oleada de E-Tech, desde SUV hasta familiares, prometiendo autonomías reales más generosas sin inflar baterías.
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