Hay varias opciones a elegir para la transición energética en España. No hay más que ver los numerosos informes donde se proponen diferentes estrategias hacia un modelo lo más renovable posible y de acuerdo a los pactos internacionales de cambio climático. Y en ese camino hay que decidir cuál es el papel del gas y qué protagonismo va a tener.
La Unión Europea considera que la estrategia ganadora para ser sostenibles es la electrificación de la economía. El comisario de Energía y Clima, Arias Cañete, dijo en febrero pasado, que Europa debe “ir más deprisa” en la transición “si no quiere perder competitividad”, y respecto al gas, dijo que “es el fósil más limpio, pero no deja de ser un combustible fósil”, y su uso futuro debe formar parte de una estrategia conjunta en la que se apueste también por la innovación en el almacenamiento de energías renovables y una fuerte electrificación de los usos energéticos.
Una electrificación que para la Agencia Internacional de la Energía tardará en llegar. Tanto es así que reconoce que "incluso en los escenarios de ACT (escenarios de tecnología acelerada), los combustibles fósiles en 2050 todavía suministrarán la mayor parte de la energía mundial, especialmente el gas natural. La inversión en fuentes de energía convencionales, por lo tanto, seguirá siendo esencial".
Según ha podido saber El Periódico de la Energía, la batalla entre la electrificación o gasificación de la economía ya se está librando en España. El 'lobby' del gas busca ser pieza fundamental en los sectores económicos donde cree que puede tener más recorrido, como el del calor/frío, la industria, la calefacción para el cliente residencial, la generación eléctrica a través de los ciclos combinados, e incluso el de la movilidad alternativa, con su fuerte apuesta por el GNC y el GNL para cualquier tipo de vehículos, desde el transporte pesado de mercancías por carretera, el transporte marítimo, hasta las flotas de vehículos o particulares.
Por eso, el sector eléctrico y las renovables están buscando alianzas para conseguir hacerles frente. "Está claro que el gas tendrá su papel, pero será el de transición, es tendente a desaparecer, porque se ha demostrado ya que las renovables pueden aportar en todos los sectores, no solo en el eléctrico", señalan fuentes del sector, "por ejemplo, hace ya tres años que el sector del gas quería convertirse en el hub del sur de Europa, y sin embargo para el sector del calor/frío hay alternativas renovables mucho más económicas y limpias".
"La electrificación del sistema es la mejor opción frente a la gasificación para reducir las emisiones de gases contaminantes", explican otras fuentes, "la electrificación de la demanda es bueno social y económicamente, y además es viable".
Desde el sector eléctrico se cree que el lobby del gas al que se han sumado fuertemente las petroleras, está posicionándose de manera clara y trabajando en defensa de sus intereses. Por eso, quiere hacer piña y luchar por la electrificación de la economía del país. Una electrificación que pasa por llevar la electricidad a sectores tan importantes como el transporte y la edificación.
Últimamente, se han puesto de moda palabras como 'gas renovable' o 'ecogas', y eso es porque el sector gasista está posicionándose en el mercado ante la incredulidad de algunos. Es por ello, que el sector eléctrico no se quiere ganar la partida en este proceso de transición y luchará por contrarrestar este empuje por parte del lobby gasista. Si dan por hecho que todo ya está hecho y que el mundo será sí o sí 100% renovables, perderán la batalla, o al menos se retrasará más ese objetivo de electrificación.
Empieza la gran batalla por el control energético. Electricidad vs. Gas. Gas vs. Electricidad. Hagan sus apuestas.
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