El sector renovable se echa a temblar con Teresa Jordá como nueva consellera de Acción Climática en Cataluña

El sector renovable en Cataluña no está para bromas. Es sin dudas la Comunidad Autónoma con mayor retraso en la implantación de instalaciones eólicas y solares fotovoltaicas. Y al nuevo Govern de Pere Aragonés parece que la transición energética no le importa demasiado. ERC ha decidido dar todo el poder de la Acción Climática a Teresa Jordá que continuará además con Agricultura.

Desde su consejería de Agricultura, Jordá ha sido la que más ha vetado proyectos de renovables en la Ponencia de la Generalitat que se dedica a aprobar el desarollo de estas instalaciones.

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Al departamento de Agricultura le valía cualquier excusa para tumbar los proyectos, sobre todo de fotovoltaica. El suelo para cultivo antes que para las energías renovables. "Es como meter al zorro a cuidar de las gallinas", dicen desde una compañía con intereses renovables en la región.

Ya contamos en este diario que el nuevo Govern dejaba en el aire una nueva moratoria a las renovables. Una posición que ya partía del acuerdo entre ERC y la CUP, pero que ahora con Junts parece que seguirá adelante.

Según contaba este domingo La Vanguardia, en los planes del nuevo Govern está echar para atrás muchos proyectos que ya están aprobados con lo que ello conllevaría de inseguridad jurídica. Ya lo decía Daniel Pérez, de UNEFCAT, que "la inseguridad jurídica es lo peor que le puede suceder al sector renovable ahora en Cataluña".

Tenían las esperanzas puestas en quién sería el elegido/a para dirigir la nueva cartera de Agricultura y Acción Climática, pero tras nombrar a Jordá, esas esperanzas se han esfumado.

Su pasado la delata. Cero formación en el ámbito energético y una de las grandes voces dentro de ERC contra las grandes instalaciones de renovables en Cataluña. Las preferencias son claras. Ahora el compromiso del nuevo Govdern es reformar el DL que amparaba cierto deesarrollo de renovables en Cataluña para la próxima década.

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Tiene además previsto endurecer aún más los criterios para obtener el permiso en la Ponencia de Renovables.

Sin duda, la instalación de renovables se convertirá en una hazaña dentro de Cataluña. Eso sólo conseguirá que los inversores se acaben yendo a otros territorios y que Cataluña dependa de esas renovables en Aragón y de tener una mayor infraestructura de red que sea capaz de llevar la energía en un futuro cuando la nuclear se apague.

Todo indica que una nueva moratoria acechará al sector renovable en Cataluña. El movimiento nimby parece tener ganada la partida. Pero ojo al lío jurídico que se puede avecinar si las nuevas medidas del Govern de Aragonés conllevan retroactividad y afectan a proyectos con algún trámite ya aprobado. Podría abrirse una nueva batalla legal.

En definitiva, el sector renovable en Cataluña no gana para sustos y tendrá que seguir luchando por desarrollarse en suelo catalán.