Ucrania ha salido del invierno con su sistema energético dañado pero operativo y ha evitado grandes apagones, aunque este viernes ha sufrido un nuevo ataque ruso con misiles y drones contra su infraestructura gasística y eléctrica, pese a la propuesta del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de un alto el fuego por aire y por mar.
Probablemente los cortes de luz regresarán pronto, ya que las centrales nucleares ucranianas deberán someterse a labores de mantenimiento, mientras que la suspensión de la ayuda militar estadounidense puede volver las infraestructuras ucranianas más vulnerables a los ataques.
Por el momento, en las entradas de los comercios de Leópolis (oeste) y de otras ciudades sigue habiendo generadores, pero la ausencia de zumbidos pone de relieve que no ha sido necesario arrancarlos este viernes.
Aunque Ucrania ha perdido hasta el 80% de su capacidad de generación de electricidad debido a los ataques rusos y a la ocupación de territorios, hace un tiempo que no ha sido necesario introducir cortes del suministro.
"Mi empresa ha recibido un montón de pedidos desde el inicio de la invasión, pero estoy contento de que últimamente se hayan reducido", dijo a EFE un empresario que suministra cables para las reparaciones de la red eléctrica.
El sistema energético de Ucrania
"Debemos agradecérselo a nuestros especialistas eléctricos", aseguró.
El suministro continuo de equipos y repuestos de parte de los aliados occidentales, así como la erección de mecanismos de protección físicos han ayudado a limitar el impacto de los drones y misiles que lograban sortear las defensas aéreas, según los expertos.
La subida de las temperaturas también ha llevado a una reducción del consumo eléctrico en la primera semana de marzo, mientras que ha aumentado la producción de energía solar.
"La sola excepción son algunas regiones que han sufrido ataques dirigidos", dijo a los medios locales Yuri Boiko, miembro del consejo de supervisión de Ukrenergo, el operador de la red eléctrica.
En concreto se refería a la región sureña de Odesa, donde los cortes del suministro continúan tras el sexto ataque ruso en los últimos 18 días.
Ataques contra la infraestructura de gas
Al no haber logrado hasta ahora hacer colapsar el sistema eléctrico, Rusia ha optado por priorizar los ataques contra la infraestructura del gas, dijo a EFE Volodímir Omelchenko, un experto en energía del Centro de Estudios Razúmkov de Kiev.
El ataque de este viernes es ya el decimoséptimo contra la infraestructura de Naftogaz, mientras que otra empresa, DTEK, anunció que sus instalaciones de producción de gas en la región central de Poltava han debido suspender operaciones debido a los daños sufridos hoy.
Dos misiles rusos impactaron contra infraestructuras gasísticas en Ternópil (oeste), causando interrupciones en el suministro de gas, según confirmaron las autoridades locales.
La extensión de los daños totales a la capacidad de producir gas no se han hecho públicos, pero Omelchenko cree que en 2025 habrá que aumentar la cuota de costosas importaciones.
En febrero, Ucrania multiplicó sus importaciones de gas por 12 hasta más de 500 millones de metros cúbicos y es posible que este año tenga que importar al menos 3.000 millones más, según Naftogaz.
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