El consejero delegado de Endesa, José D. Bogas, ha confirmado su intención de adquirir la participación que Iberdrola y Naturgy tienen de la central nuclear de Almaraz, para poder operarla en solitario.
Bogas así lo ha corroborado durante una conferencia sobre energías renovables en el Banco Sabadell, en Barcelona, en la que ha propuesto a sus socios propietarios de la central cacereña que le cedan sus acciones en caso de que no quieran continuar explotándola, tal como ha avanzado Expansión, aunque todavía no ha obtenido respuesta.
"Si no les interesa seguir y nosotros creemos que podemos seguir, nos quedamos con su parte", ha dicho Bogas en referencia a la cláusula que Iberdrola y Naturgy quieren incluir en la solicitud de renovación de explotación que las tres eléctricas están negociando y deben presentar antes de que termine marzo.
Iberdrola, propietaria del 53% de Almaraz, y Naturgy, que posee el 11%, defienden que se incluya una condición para permitir a todas las partes evaluar si continúan con la operación en caso de que la inversión prevista en el plan de negocio para la central se desvíe un 15%.
Este plan fue aprobado por la Junta de Administradores de Almaraz el pasado 12 de marzo, y asciende a 400 millones de euros.
No obstante, Bogas ha asegurado que la propuesta que ha puesto sobre la mesa es "poco probable" y ha admitido que, posiblemente, "ni ellos nos lo van a vender ni nosotros lo vamos a comprar".
Bogas se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con sus socios sobre las condiciones de solicitud de la renovación del permiso de Almaraz, pese a que la asamblea de propietarios fracasó ayer en acercar posturas tras varias horas de negociaciones.
"Estoy seguro de que antes de la fecha final llegaremos a un acuerdo absolutamente razonable", ha sostenido el directivo de Endesa.
Las tres empresas firmaron un protocolo con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para el cierre ordenado del parque nuclear español, con un calendario que fija el cierre para cada instalación entre 2025 y 2035.
De acuerdo con el protocolo firmado, que Endesa defiende con firmeza, el permiso se solicitaría por los años pactados para cada uno de los dos reactores de Almaraz con Enresa, es decir, 7,4 años para el grupo I y 8,2 años para el II, con lo que la planta operaría hasta 2028.
Dicho protocolo fija un cronograma de los plazos hasta los que pueden seguir operando las centrales, el plan de desmantelamiento y limita al 20% el incremento que habría que hacer en la tasa con la que las compañías contribuyen al fondo de Enresa para poder sufragar el desmantelamiento de centrales.
La licencia de explotación de Almaraz, que puede operar con la actual hasta 2020, tiene que pedirse antes del próximo 31 de marzo, al igual que la de la central de Vandellós II, participada en un 72% por Endesa y en un 28% por Iberdrola.
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