Endesa ha destinado este año 33 millones de euros al refuerzo y mantenimiento de la red de distribución dentro de la campaña de invierno, con la que se preparan las instalaciones para hacer frente al incremento del consumo derivado de las bajas temperaturas y al impacto que los fenómenos climatológicos adversos como heladas, nevadas, inundaciones o fuertes vientos pueden tener sobre la red eléctrica, informó la compañía.
En concreto, este año se han revisado más de 13.000 kilómetros de líneas de media y alta tensión, se han realizado más de 3.000 inspecciones en subestaciones y 19.000 en centros de distribución, a las que se suman labores de tala y poda alrededor de 12.000 kilómetros de líneas aéreas.
Con 319.000 kilómetros de red, muchos de ellos aéreos, distribuidos por una extensión cercana a los 195.500 kilómetros cuadrados, la infraestructura eléctrica gestionada por e-distribución, la filial de redes de Endesa, está expuesta a las inclemencias climáticas a las que se hace frente con inversiones para reforzar y digitalizar la red y planes de emergencia para hacer frente a fenómenos climatológicos extremos.
Durante la DANA que el pasado mes de octubre azotó amplias zonas del Mediterráneo, Andalucía y Aragón, e-distribución movilizó más de 800 trabajadores para atender las incidencias y reponer cuanto antes el servicio en diversos puntos afectados por el temporal en Andalucía, Extremadura, Cataluña, Aragón y Baleares, zonas en las que gestiona la red de distribución.
Durante este excepcional episodio meteorológico se utilizaron más de 40 grupos electrógenos para devolver la luz a las localidades en las que las dificultades de acceso retrasaban las reparaciones.
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