Endesa ha procedido al desmantelamiento de una antigua máquina apiladora minera, que permanecía en una explanada cercana a la playa del lago de As Pontes y a la rotonda de Vilavella.
En un comunicado, el grupo eléctrico ha señalado que **así "se evitará la generación de 6.000 toneladas de dióxido de carbono en la fabricación del nuevo acero equivalente".**Asimismo, "se ahorrarán recursos como el hierro y el coque necesarios, además del movimiento de tierras que se realiza en la extracción". Según la empresa, el desmantelamiento fue ejecutado por una compañía a la cual adjudicó el equipo y requirió de la voladura de la estructura.
Tras afirmar que "la incidencia en la población de esta parte del proceso ha sido mínima", ha detallado que "el ruido ocasionado no ha superado los 125 decibelios" y que "no ha implicado proyección de elementos, ya que los 22 kilos de cargas explosivas han producido un corte de acero que ha devenido en el derrumbe de la máquina".
La colocación del material explosivo comenzó a primera hora de la mañana de esta misma jornada "en distintas secciones específicas de la apiladora para que, en el momento de accionar los detonadores, se desequilibrase".
Los operarios, ha relatado Endesa, fragmentaron la máquina tras el derrumbe de la estructura por medio de soplete, con el objetivo de "facilitar su transporte y posterior valorización".
Se trata de una infraestructura que "estuvo en funcionamiento durante más de treinta años en la mina pontesa", cuya actividad cesó en 2007. De 3.000 toneladas de peso, alcanzaba los 100 metros de largo y los 40 de alto, moviéndose "gracias a un sistema de traslación por orugas; su función era recoger el material estéril que se extraía con el carbón para depositarlo ordenadamente en la escombrera".
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